Coronavirus
Christa Schweng, presidenta del Comité Económico y Social Europeo (CESE), ha afirmado que "evidentemente es posible" que las empresas eviten contratar a un trabajador si no quiere vacunarse contra el coronavirus. "Como empresario, puedo decidir con quién firmo un contrato", ha asegurado la presidenta de este órgano consultivo de la Unión Europea.
Para el trabajador
Para Schweng, "el trabajador puede decidir si quiere trabajar o no" en caso de que esta le exija la vacuna contra el coronavirus para firmar un contrato, aunque "se tendría que ver si un empresario quiere sólo a personas vacunadas en su empresa".
Aunque la ley española establece la voluntariedad de los tratamientos, las empresas pueden solicitar que se imponga judicialmente la vacuna del coronavirus para sus trabajadores y futuras contrataciones.
En la legislación española, la única norma que hace mención a la vacunación en el ámbito laboral es el Real Decreto 664/1997, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos. Si los empleados están en riesgo ante una enfermedad para la que haya una vacuna eficiente, "estas deberán ponerse a su disposición".
En España, las campañas de vacunación empezarán en enero. Para Christa Schweng, presidenta del CESE, no cree que la inyección contra el coronavirus tenga que ser obligatoria, "porque una vacuna es un ataque y cada uno debe decidir individualmente si lo quiere o no para sí mismo".
Desinformación sobre la vacuna
Nemesio Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ha alertado sobre el riesgo de "una inminente oleada de desinformación" ligada a la aplicación de las vacunas contra el coronavirus. "La desinformación sobre las vacunas ya ha comenzado, pero es previsible que aumente de una forma extraordinaria cuando los gobiernos pongan en marcha las campañas de vacunación".
Ante la desinformación y los bulos la FAPE ha reclamado al Gobierno central que "invierta en alfabetización mediática" para enseñar a los escolares españoles a distinguir lo falso de lo real, a tener un enfoque crítico de los medios y de lo que reciben a través de los móviles y las redes sociales, más en tiempos de la pandemia del coronavirus.