Selectividad
Ya han comenzado los exámenes de Ebau en las diferentes comunidades autónomas. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la nota de selectividad no te llega para la carrera que se quiere cursar?
Los alumnos de segundo de Bachillerato han comenzado a enfrentarse a los exámenes de Selectividad o Ebau para acceder a la universidad. No en todas las comunidades autónomas comienzan ni acaban el mismo día, por ejemplo Cantabria y Castilla-La Mancha son los primeros en empezar, 7-9 junio.
Estos días son muy importantes para todos los estudiantes que cursan 2 de bachillerato y quieren acceder a la Universidad el próximo año. Muchos alumnos tienen claro la carrera que quieren hacer y a lo que se quieren dedicar, sin embargo, otros irán dilucidando en estos días sus preferencias. Lo que está claro es que tienen que afrontar los exámenes de Ebau con un objetivo: ¿qué nota necesito para acceder a la carrera que quiero?
Una vez hecho el examen de Selectividad o Ebau la suerte está echada, muchos conseguirán cursar su carrera en la universidad que quieran, sin embargo, otros no habrán podido entrar en el corte y no podrán estudiar lo que desean. Aquí van unos consejos para que aquellos estudiantes no se desanimen y sepan que opciones tomar.
Presentarse a la siguiente convocatoria de selectividad
Puedes presentarte tantas veces como quieras para mejorar la nota. Además, en la fase general siempre prevalece la mejor nota, por lo que no pasa nada si no sacas más nota.
Esta alternativa es recomendable si tienes una buena nota media de Bachillerato y la nota de corte no está muy por encima de tu nota de admisión. Muchos se presentan porque sufrieron de nervios o un lapsus en el examen y están convencidos que no volverán a fallar por segunda vez. Estas son las dos opciones:
- Repetir toda la prueba de la selectividad, fase general y específica.
- Presentarte solamente a la fase específica y mantener la nota de la fase general junto con la media de Bachillerato.
Existe la universidad privada
Las universidades privadas te obligan a que tengas la selectividad aprobada. Sin embargo, no suelen regirse por nota de corte, sino que cada centro define su sistema de acceso. Hay que informarse sobre los períodos de solicitud de plaza ya que pueden ser anteriores a la selectividad.
Las universidades privadas tienen sistemas de financiación y becas para sus estudios.
Universidad online o a distancia
Las universidades no presenciales no suelen aplicar notas de corte a las solicitudes de los estudiantes, ya que el número de plazas no es tan limitado.
Universidades en otras comunidades autónomas
Muchos de los estudiantes que te puedes encontrar en tu universidad son alumnos que no han podido acceder a la carrera que querían en la universidad a la que aspiraban en su localidad, por eso no cambian de carrera sino de lugar.
Puedes considerar matricularte en un grado impartido en una universidad que pertenezca a una comunidad autónoma diferente a la tuya. Antes de nada, asegúrate de que la nota de corte sea accesible.
Matricularse en la carrera asignada e intentar cambiar de grado más adelante
Cuando no entras en la carrera que quieres puedes optar a tu segunda opción. Matriculándote a estos estudios tendrás la oportunidad de probar si te satisfacen lo suficiente o valorar un cambio más adelante.
Realizar un ciclo formativo de grado superior
Un ciclo formativo de grado superior (CFGS) es una gran formación más centrada en la práctica que te permitirá adentrarte en el área de interés de los estudios universitarios a los que te querías incorporar. Cuando lo termines puedess eguir formandote en el grado universitario al que querías acceder mediante la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) o CFGS.
Estudiar en el extranjero o lanzarse al mercado laboral
Puedes optar a estudiar en el extranjero o simplemente mejorar tus competencias lingüísticas. Es una alternativa interesante, sin duda, pero debes informarte de los criterios que existen en esas universidades, aunque requiere tiempo y planificación mínima de un año para realizar los trámites necesarios de admisión al país deseado.
Poder trabajar y lanzarte al mercado laboral puede aportarte perspectiva, experiencia y conocimientos que son igual de válidos.