Volcán La Palma
La lava, después de su tercera jornada cayendo, ha ganando 27,7 hectáreas de terreno al mar.
La isla de La Palma sigue ganando territorio cuando la colada de lava llega al mar. Se está generando poco a poco una isla baja que se conoce como fajana. Crece minuto a minuto y no parece que vaya a dejar de hacerlo en los próximos días al ritmo que va el Cumbre Vieja.
Desde el mar los equipos de Salvamento Marítimo toman muestras del agua de este nuevo territorio creado por los materiales volcánicos que llegan de la colada del volcán. Para hacerlo tienen que acercarse y entrar en la zona de exclusión a la navegación. La fajana alcanza ya unos 30 metros de profundidad y la lava ya he llegado a unos 475 metros desde la costa. Solamente en las últimas 24 horas esa fajana ha crecido 7 hectáreas
La lava gana 27,7 hectáreas al mar
Con la cantidad de lava que arrastra actualmente la colada ese ritmo podría aumentar. Las dos nuevas bocas del Cumbre Vieja emiten aún más lava. Ya hay 1.005 edificaciones afectadas, de las cuales 870 han quedado destruidas. 3.172,9 hectáreas engullidas y 30,2 kilómetros de carreteras, de los cuales 27,7 han quedado destruidos, según cifras de Copernicus.
El gigante vuelve cumplir una jornada de explosividad continua. Ahora todo depende de si las dos coladas más marcadas del volcán llegan a unirse o si mantienen caminos diferentes.
El delta no para de crecer y este viernes ha sorprendido a los palmeros con una inmensa nube de humo, a lo alto del acantilado. Sin embargo, esta vez lo ha hecho hacia el norte, algo que se veía hasta ahora. Se confirma así un nuevo salto de lava que ha bajado lentamente la ladera y que se ha juntado con la isla baja. Este nuevo territorio sobre el mar, la fajana, llega a su tercera jornada ha ganando 27,7 hectáreas más al mar.
El volcán de Cumbre Vieja ya ha afectado a 1.005 edificaciones, de las cuales 870 han quedado destruidas, además , la superficie ocupada por la ceniza caída ya se extiende por 3.172,9 hectáreas y ya ha afectado a 30,2 kilómetros de carreteras, de los cuales 27,7 han quedado destruidos, según cifras de Copernicus.