COMIENZAN A USARLO ENTRE LOS 10 Y 12 AÑOS
Los menores españoles comienzan a usar el teléfono móvil entre los 10 y los 12 años. En el patio, junto a los cromos, las gomas o el balón, el teléfono triunfa. Para los más pequeños es más que un juguete.
Quienes trabajan con niños cuentan que cuando los niños salen al recreo, si tienen teléfono, no juegan con los demás; se dedican a chatear, incluso con compañeros de clase que tienen enfrente.
El juez de menores Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias ejemplares, considera que el teléfono móvil es, para los niños, un objeto tóxico y adictivo. "Es un instrumento muy peligroso que puede servir para cometer algunos delitos", dice el juez.
Emilio Calatayud considera que los padres no deberían comprar teléfonos móviles a sus hijos hasta que estos no tengan, por lo menos, 14 años. Por el contrario, muchos padres se justifican asegurando que con un teléfono móvil su hijo está más controlado.
Ansiedad o estrés
Mensajes, fotos y vídeos a toda velocidad; una información que no cesa. El uso abusivo de estos aparatos puede generar trastornos como ansiedad o estrés. Los especialistas piden aplicar el sentido común, establecer pactos con los menores y fijar normas.