Otoño 2020
Llega el otoño y con él un cambio de estación en el que hay menos horas de sol, descienden las temperaturas, llega la lluvia, la vuelta a la rutina, y el estrés del trabajo. Con todos estos cambios, es normal que una extraña y molesta sensación de decaimiento pueda aparecer y se sufra lo que se conoce como astenia otoñal.
Y es que después de meses de calor y mucha luz solar, el otoño llega con una bajada de las horas de luz a las que está expuesto nuestro organismo, lo que provoca alteraciones en el biorritmo y en el estado anímico, que puede derivar en síntomas como apatía, decaimiento, somnolencia y dificultad para concentrarse.
Estos síntomas característicos de la astenia otoñal, suelen aparecer por una mala adaptación del organismo al cambio de estación y, por lo general, no se extienden más que unos cuantos días o semanas. Aun así, lo normal es que se de una adaptación al otoño sin problemas, dado que el cambio de estación en España se hace de forma gradual.
No obstante lo que sí es más común, como respuesta del cuerpo a los cambios estacionales, es que se den alteraciones en el ciclo de vigilia-sueño, los cuales pueden afectar negativamente al estado de ánimo.
Por qué el otoño nos deprime
Aunque se suele asociar más con la primavera, la astenia aparece en el otoño porque se reducen las horas de sol y cambian los ritmos vitales, produciéndose un desequilibrio interno. Pero si hubiera que echarle la culpa a alguien, la principal responsable de la astenia sería la melatonina, una hormona encargada de regular factores como el sueño o la temperatura corporal.
La particularidad de la melatonina es que su producción aumenta cuando hay menos exposición a la luz solar, y este incremento ocasiona que baje la serotonina, o mejor conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de este desequilibrio es la aparición de síntomas directos de la astenia otoñal como el cansancio y la tristeza.Estos síntomas de la astenia, tanto físicos como psíquicos, incluyen además de los ya mencionados, otros como debilidad generalizada, bajo estado de ánimo, dificultad de concentración, irritabilidad e Incluso puede aparecer falta de apetito y disminución de la libido.
Con todo esto, no es de extrañar que se produzca un descenso de las defensas del organismo, quedándose más propenso a sufrir infecciones, algo nunca recomendable y menos en esta época de Covid-19, donde cualquier síntoma sospechoso puede generar alarma.
Lo que debes saber para combatir la astenia otoñal
El mejor remedio siempre es la prevención y, en este caso para no tener que sufrir la astenia otoñal, el tratamiento ideal pasa por seguir una alimentación variada y equilibrada, donde no falten alimentos de temporada como la coliflor, la granada, el membrillo, la calabaza, y aquellos que sean ricos en triptófano: un elemento que ayuda a elevar los niveles de serotonina.
También se recomienda regular progresivamente los horarios y actividades hasta llegar a adecuarlos a las jornadas laborales o académicas, y así establecer un horario de comida habitual, al igual que unas horas fijas para acostarse y levantarse.
Realizar ejercicio físico de forma diaria y moderada, a la par que aprovechar las horas de luz natural para tomar un poco el sol, favorece la activación de neurotransmisores y la secreción de endorfinas, que harán que el estado de ánimo esté mucho mejor.
En el caso de que el decaimiento requiera de alguna ayuda extra, se puede recurrir a suplementos de vitaminas y aminoácidos, o revitalizantes como el ginseng y la jalea real, que actualmente se pueden obtener en farmacias.