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Cantabria

Pulso entre vecinos y turistas en Cantabria por el sonido de las campanas

El municipio cántabro de Herrera de Ibio ha vivido días de intensas trifulcas entre sus habitantes y los turistas.

"Al señor cura queremos recriminar, que las campanas de este pueblo vuelvan a sonar", esto dice la pancarta colgada por los vecinos del municipio de apenas 200 habitantes de Herrera de Ibio, en Cantabria. En las últimas semanas han vivido un intenso pulso y muchas trifulcas con los turistas que acudían a disfrutar de la localidad cántabra. El motivo del conflicto es el sonido.

Todo se debe a la campana de la parroquia que suena cada media hora en el pueblo y, para decepción de los turistas, también suena por la noche. Los visitantes llevan semanas quejándose de que no pueden dormir. Por ello, ante las exigencias de los turistas, el párroco decidió silenciar las campanas durante una noche para aliviar el asunto. Sin embargo, la acción no hizo más que empeorar la situación. Esta medida ha durado tres semanas, desde las 23:00 hasta las 08:00 horas.

Vecinos protestaron y colgaron carteles dirigidos a los turistas recordándoles que son ellos los que deben adaptarse a la zona, y no al revés. El conflicto cambió de rumbo y el pasado lunes las campanas volvieron a sonar, algo que en el pueblo se celebró incluso con cohetes. Al parecer, la presión vecinal gana el pulso a los visitantes.

Vecinos contra turistas

Tres semanas de debate en el pueblo han tenido enfrentados a los turistas y a los vecinos. Sí, parece una película de comedia, pero no, no lo es. Para los habitantes de Herrera de Ibio, que suenen las campanas es la gran tradición y seña de identidad del lugar. Una seña de identidad que consideran que les ha sido arrebatada desde hacía semanas por los 'invasores'.

Nada más entrar al pueblo cántabro, un cartel cruzaba el tendido eléctrico para dar la bienvenida con una peculiar advertencia dirigida al turismo: "Turista, adáptese al pueblo, nosotros vivimos aquí". La localidad se asienta junto al río Ceceja y a los pies de la sierra del monte Ibio. Es el punto de partida para acceder a los picos Mozagro e Ibio.

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