EVITAR PÉRDIDAS
Esta práctica es habitual en muchas playas de España, pero este año se incluyen novedades en las pulseras identificativas. No son de usar y tirar, duran aproximádamente un mes y su material es tan resistente que no puede romperla ningún pequeño.
En la pulsera deben aparecer escritos con un rotulador resistente al agua, tanto el nombre del niño como el teléfono móvil de la persona que esté en la playa a cargo del pequeño.
En un sólo día se han colocado 10.000 pulseras en los arenales de Vigo. Una medida muy bien recibida por los bañistas que acuden a las playas y que tiene como objetivo facilitar el encuentro del menor con su cuidador en el menor tiempo posible.
Este nuevo complemento para niños que acudan a zonas costeras sirve de identificación en caso de pérdida ya que en casi todos los casos el pequeño sufre un ataque de ansiedad y apenas puede desenvolverse en esa situación.