Volcán La Palma
Desde el puesto de mando de la UME se coordinan las labores de emergencia y controlan las cabezas de las coladas del volcán de La Palma.
El presidente del Cabildo no se muestra muy optimista sobre la evolución del volcán en La Palma. El volcán erupcionó hace casi una semana y, desde entonces, se mantienen activas varias coladas de lava.
Desde el puesto de mando son conscientes de que todavía quedan muchos días de erupción por delante.
Desde allí se coordinan las labores de emergencia. Los estragos de la lava no han hecho más que empezar. Por ello se sigue el movimiento de la lava muy de cerca.
En el puesto de la Unidad Militar de Emergencias (UME) no le quitan ojo a la cabeza de cada una de las coladas. Cualquier cambio o peligro que detecten se convierte en una actuación rápida para abordar la situación. Se encargan de que la lava esté lo más controlada posible.
"Estamos controlando las cabezas de la colada, vigilándolas constantemente. Cuando una se para, la otra se reactiva. Estamos vigilándolas todas para poder elevar los datos y que el Comité de Expertos decida qué hacer", explica Pablo García, teniente de la UME.
Hay otros puestos de mando también que controlan la situación. Desde el puesto de mando avanzando de El Paso se monitoriza la actividad del volcán y dirigen un dispositivo de casi 800 personas repartidos sobre el terreno.
Dos nuevas coladas
La estructura del cráter se ha desmoronado. Esto provoca dos nuevas coladas de lava. Una de ellas está encima de otra anterior, más rápida y fluida. En total, el volcán ya tiene cuatro bocas emitiendo lava.
El volcán continúa activo y ha obligado a desalojar a unas 6.000 personas desde que comenzó la erupción.