Ocio nocturno
La prueba ha sido un éxito y el comportamiento de los asistentes, cómo se esperaba, ejemplar.
Seis locales realizaron este sábado una prueba para prepararse de cara a la reapertura el próximo 1 de julio. Las ganas eran muchas. Tanto por parte de los hosteleros como de los clientes. Las puertas se abrieron a las 21:00 de la noche y muchos estaban ya esperando su turno para ser los primeros en entrar.
Hace una semana que se cerró la lista de clientes. "Anunciamos las entradas y en una hora se agotaron", cuenta Daniel Lorenzo, del Pub La Pomada en Pontevedra. "La gente necesita bailar, la pandemia ha demostrado la labor social que hace el ocio nocturno".
Los clientes lo extrañan y los hosteleros no pueden aguantar más. "Llevamos cerrados 16 meses, ha sido demasiado difícil". Desde la Sala Sónar en Santiago llevan semanas preparando todos los detalles. "Abrir a las 21:00 es raro para nosotros, vamos a ofrecer picoteo porque es una hora complicada". Por ello piden que la reapertura, en el mes de julio, se haga ampliando el horario. "Hasta la 1 de la mañana a nosotros no nos dan las cuentas. Así no llegamos".
Pero hoy, prefieren hablar en positivo, "estamos muy ilusionados con la vuelta". Todos los que han entrado han tenido que presentar una PCR negativa y utilizar la mascarilla en todo momento. Solo se puede sacar para consumir. ¿Y bailar? Sí, se puede, pero manteniendo la distancias con el resto de grupos.
Por todo el local, medidores de CO2 para controlar la calidad del aire. "Si se pone en naranja se activa la extracción, de gran potencia, para renovar el aire, y si pasa a rojo habría que desalojar esa zona durante un rato". No es algo que esperen que suceda. Los aforos están demasiado reducidos para eso.
Por hora, la prueba ha sido un éxito. Y el comportamiento, cómo se esperaba, ejemplar. Un paso más en el regreso a esa ansiada normalidad.