EXPLOTACIÓN DE MUJERES
Llamando al telefonillo o a la puerta. No importa la forma en que intentemos contactar con ellas.
Las mujeres que trabajan ejerciendo la prostitución en estos edificios del barrio de Legazpi de Madrid se resisten a hablar, aunque esto es lo que cuentan.
"No estoy secuestrada, ni amarrada, estoy aquí por mis propios pies", dice una de las casi 200 mujeres que trabajan aquí.
La prensa representa una amenaza, y nos hacen saber que no somos bienvenidos. Hace un par de meses y en este mismo lugar fueron detenidas 21 personas y liberadas 17 chicas prostituidas en contra de su voluntad.
Ellas no quieren reconocer los motivos por los que no se atreven a denunciar. "Se ven comocolaboradores del delito y quienes recogen la denuncia no la ven como una víctima", explica Alejandra Acosta, coordinadora del proyecto 'Break The Silence'. A pesar de los esfuerzos de la sociedad por terminar con este asunto, es un negocio multimillonario difícil de erradicar.