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Agua contaminada

Se prohíbe consumir agua del grifo o usarla para cocinar en 24 municipios de Lleida por los niveles de pesticida

Esta prohibición llega al haberse encontrado restos de pesticidas en el agua.

En 24 municipios de la provincia de Lleida se ha prohibido consumir o cocinar con agua del grifo al encontrarse niveles de pesticida superiores a los recomendados. Hace apenas un mes ocurrió lo mismo por lo que los vecinos reciben la noticia con resignación. Algunos ayuntamientos los ayudan repartiendo garrafas de agua desde diferentes establecimientos.

Al parecer, no es la primera ocasión que este suceso donde el agua resulta contaminada ocurre, por lo que los vecinos de estos municipios ya saben a lo que se enfrentan. Se les ha prohibido consumir y usar el agua para cocinar debido a que los niveles de pesticida son alto y perjudiciales para la salud.

La medida de los ayuntamientos que están repartiendo garrafas de agua llega en un momento crucial además, porque en algunas de las zonas afectadas las temperaturas pueden alcanzar los 36 grados.

Los plaguicidas son productos que se utilizan para el tratamiento y la prevención de enfermedades y plagas en las plantas y cultivos. Los productos fitosanitarios, conocidos como plaguicidas, se hacen necesarios para proteger las plantas garantizar el abastecimiento de vegetales a la población, pero hay que someterlos a evaluación científica previa a su autorización y al aplicarse en los cultivos se debe garantizar su uso sostenible.

Los efectos para la salud que se desprenden a consecuencia del consumo de alimentos con residuos de plaguicidas pueden ser carcinogénicos, mutagénicos, sobre la reproducción, inmunosupresores o neurotóxicos, de ahí que exista un sistema que se encarga de proteger la salud de los consumidores en la Unión Europea.

Es conveniente saber que no todos los plaguicidas dejan residuos en los alimentos y en el caso contrario, la cantidad es muy pequeña. Se puede dar la situación de que haya residuos aunque se respete la dosis máxima autorizada. Los controles que se realizan así como la normativa se encargan de garantizar que, aunque consumiéramos todos los posibles residuos que haya en el alimento durante toda la vida, no habría riesgos para la salud de la persona.

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