Niños sordos
Durante una semana, han convivido, en Nigrán, más de 50 jóvenes sordos de todo el país. Allí han realizado actividades accesibles para ellos, como paddle surf o excursiones.
La Residencia de Tempo Libre de Panxón se ha convertido, durante una semana, en el espacio común que comparten más de 50 niños sordos de toda España. Prácticamente están representadas todas las comunidades en un evento que no tiene barreras comunicativas. Allí han disfrutado de diversas actividades, como surf, paddle surf o yincanas, con las que se han podido conocerse más entre todos ellos. Esa es la clave de este primer campamento de niños sordos: generar vínculos entre los jóvenes y los propios padres.
Desde la Federación de Persoas Xordas de Galicia (Faxpg) realizan encuentros anuales entre las familias, pero este año han querido proponerse un nuevo reto: "¿Por qué no hacer el primer campamento estatal para la infancia sorda?". Con esta pregunta ha contestado Íker Sertucha a través del teléfono. Es el presidente de la Faxpg y, para poder comunicarnos, quien habla al otro lado de la línea es Ana Fernández, su intérprete.
"Nosotras no respondemos preguntas", me advierte ella, pero no hace falta, el protagonismo aquí lo tienen otros.
"Principalmente, los niños y niñas necesitan un espacio accesible". Es el primer punto que destaca Íker cuando habla de este campamento pionero en España. Tiene unas características propias: "los monitores también son sordos, todos hablan la misma lengua", algo que ayuda a "reforzar su identidad, todos son sordos". Además, este evento une a niños y padres que viven cada día una misma realidad y a la que se enfrentan ellos solos.
La clave, buscar que estos jóvenes "se conozcan entre ellos", porque, a pesar del buen desarrollo cognitivo y global que ofrece el sistema educativo, "los niños sordos están aislados", reconoce Íker. "Aquí se encuentran aglutinados, ven a otro igual y preguntan 'cómo es tu día a día?'. Así se generan los vínculos", añade Íker, que habla de "éxito" cuando piensa en la experiencia que han vivido.
Durante siete días han podido realizar todo tipo de actividades: paddle surf, surf, yincanas, excursiones... y todas accesibles para ellos.
"Ojalá yo hubiese vivido un campamento con estas características"
La aventura terminaba este viernes. Por eso, "algunos pedían estar una semana más, no tenían barreras", señala Íker orgulloso: "El resumen perfecto es que tengo envidia, ojalá yo hubiese vivido un campamento con estas características".
Para el presidente de la Faxpg hay una anécdota que muestra muy bien lo que ha significado este evento para todos: "Tenían unas horas para hablar con sus padres y ningún niño las ha utilizado. No querían hablar con sus padres, estaban desconectados".
Por supuesto, desde la federación agradecen a la Confederación Estatal de Personas Sordas y la Asociación Galega de Familias con Membros e Rapazada Xordos ou con Discapacidade Auditiva por su ayuda para organizar el campamento. Desde hoy, 52 niños sordos españoles ya saben lo que es compartir una semana de actividades entre ellos, entendiéndose a la perfección. Sus caras, así lo han demostrado.