NO SE ARREPIENTE DE NADA
Fabrizio João, de 36 años, 1,80 de estatura y más de cien kilos, es considerado el preso más peligroso de España. Natural de Guinea-Bissau, engrosa la lista de las siete decenas de internos considerados de peligrosidad máxima.
Asesinó a su novia, mató a patadas a otro recluso y atacó brutalmente a varios funcionarios de prisiones con un estilete.
Dicen que con él no han valido de nada las terapias de autocontrol, que no se arrepiente de su perfil criminal e incluso en su periplo por las cárceles españolas amenaza con seguir matando, según han contado guardianes de los penales por los que ha desfilado.
Antes de su traslado hasta A Lama, estaba recluido en la cárcel de Teixeiro (A Coruña), aislado y con fuertes medidas de seguridad.
Nadie lo visitó jamás allí y no mantuvo de forma cotidiana contacto físico alguno con otros internos.
Es un "FIES 1" de control directo, el acrónimo de "ficheros de internos de especial seguimiento", y su condición es la de "la cárcel dentro de la cárcel".