Alcohol
El alchohol tiene la culpa de casi 3.000.000 de muertes al año en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En nuestro país, eso se traduce en que el 84% de la población consume alcohol todos los días, pero lo que más preocupa de estos datos es el aumento de mujeres alcohólicas en España.
El problema parte de que el alcoholismo, depende del género que lo sufra, se tolera mejor en los hombres que en las mujeres a nivel social. Cuando se trata de una mujer alcohólica, a esa persona se la juzga con más dureza que si fuera un hombre. Esta visión sigue presente en la sociedad, según los expertos y los estudios del plan nacional sobre drogas, que confirman una tendencia que crece: entre los adolescentes que reconocen que se han emborrachado hay más chicas que chicos, aunque ellos beben más cantidad. Entre las mujeres adultas, el consumo se oculta por rechazo social.
De media, las mujeres españolas que tienen problemas de alcoholismo, tienen unos 40 años y la mayoría están separadas aunque cada vez hay más alcoholicas que piden ayuda.
Mercedes: "El alcohol me ha quitado el cambiar como persona"
Mercedes supo, por primera vez, que tenía problemas con el alcohol cuando tenía 13 años. "Me agarré una borrachera y ahí me dí cuenta de que con el alcohol era más sociable", nos cuenta. Reconoce que el alcohol le hizo cambiar como persona y que, hoy en día, "no" podría tomarse 'esa' copa porque "esa copa me cambia de mi vida". Mercedes lleva ya 10 años rehabilitada.
Inés: "Me arrepiento de haber fastidiado mi matrimonio y la vida de mi hijo"
Inés nos cuenta que ella llegó a tener un cubalibre "sin bebérselo" en la mesa, solamente por el hecho de tenerlo "ahí". Esta mujer perdió a su pareja y perdió, también, durante un tiempo a su hijo. "Yo no me veía que tenía un problema. Yo no sabía que era alcohólica", recuerda. Inés nos dice que se "arrpiente" de haber fastidiado su matrimonio y a su hijo", aunque por suerte, ya ha recuperado la amistad con su hijo. Lleva ya 7 años rehabilitada.
Socorro: "No cambiaría por nada mi peor día de hoy por el mejor día de antes"
Socorro lleva 14 años sin fumar y 15 sin beber. Admite que ella bebía una o dos veces al mes. Pero en el momento en el que le daba un sorbo a una copa, "yo ya no podía parar de beber". Lo que más le ha quitado el alcohol a Socorro, nos dice, es la "dignidad". Y concluye, "no cambiaría por nada mi peor día de hoy por el mejor día de antes".