Volcán La Palma
El portavoz de los bomberos de La Palma habla sobre la situación que viven tras la erupción del volcán Cumbre Vieja el pasado domingo y también sobre su objetivo en estos momentos.
Los bomberos son parte del millar de miembros de los equipos de emergencia y voluntarios que están trabajando en La Palma tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Su objetivo es ayudar a la evacuación, limpiar ceniza o encauzar la lava.
El portavoz de los bomberos de la isla de La Palma en Canarias, JoséRobertoNazco, habla sobre la situación del volcán de La Palma. "Impresiona, el rugir se siente desde aquí", indica sobre la erupción.
La colada de lava que destruyó una parte de la zona las viviendas en La Palma "prácticamente no se mueve" después de varios días desde su inicio en Cumbre Vieja. Su velocidad se ha reducido hasta los 0,4 o 0,5 metros por hora.
La colada de lava se ha ensanchado y provoca preocupación. "La parte delantera de la colada se ha enfriado porque lleva un kilómetro y medio de distancia de la boca del (volcán de La Palma) y ahora se ensancha para los lados. Esto puede romper con uno de los laterales y hacer más daño", explica el portavoz de los bomberos Nazco.
Contra la lengua de lava no puedes hacer nada
La labor de los bomberos ahora es la de ayudar a los habitantes de la zona de La Palma. "Estamos realizando un triaje en la carretera y estamos acompañando a las personas a que lleguen a su finca", indica.
Prevenir y ayudar a la población
Ante la naturaleza del volcán de La Palma, indica que "no se puede hacer nada más". Solo se puede prevenir y ayudar a la población. "Contra la lengua de lava no puedes hacer nada", afirma sobre la situación del volcán y el trabajo de los bomberos en la zona.
También cuenta que la labor de los bomberos "siempre ha sido salvar vidas" y que "otra cosa no pueden hacer", más que "proteger a esas personas".
La colada de lava es una herida abierta en la isla de La Palma
La vida de la tierra de La Palma ha cambiado. Unas 400 viviendas han quedado sepultadas por la lava. "Se ha perdido todo, toda su vida", lamenta. "La colada de lava es una herida abierta en la isla de La Palma, que para muchas personas no va a cicatrizar nunca", afirma.