Galicia
Denuncia haber sido víctima de un engaño con el contrato de arrendamiento de una vivienda a través de WhatsApp.
Se llama Víctor, está desesperado y no encuentra explicación a lo sucedido. "De la noche a la mañana me quedé sin mis ahorros y nadie sabe dónde están, ni me los devuelven", lamenta.
La historia comienza vía WhatsApp. Recibió un mensaje de una persona interesada en alquilar un piso que tienen en la localidad de Sanxenxo. "Todo parecía normal, así que empecé a redactar el contrato de arrendamiento por la última quincena de septiembre", comenta.
Pidió al supuesto inquilino que le abonase una señal de 200 euros y le facilitase su DNI, y así hizo esto último, lo primero solicitó hacerlo víaBizum. "Yo no tenía ese servicio en mi teléfono pero me dijo que me enviaría un SMS con un enlace para descargar la aplicación", sostiene Víctor.
Estafa vía WhatsApp
Sin embargo, al hacer click en el link que adjuntó el estafador, recibió una serie de códigos y comenzaron las sospechas. "Le dije entonces que prefería que me hiciese una trasferencia, porque no controlaba cómo iba aquello".
No sabe dónde está su dinero
Nunca recibió el dinero. Lo que sí, a cambio, fue una llamada de su banco poco después. Le alertaron de que se había efectuado una trasferencia de 7.000 euros desde una cuenta en la que normalmente no se registran movimientos. "Eso fue lo que llamó la atención de mi sucursal, porque en esa cuenta solo está el plan de pensiones que yo no toco", explica. Bloquearon las cuentas y las tarjetas, pero el dinero, que inicialmente había sido traspasado a Madrid, viajó horas más tarde a Irlanda, y ahí le perdieron la pista.
Ahora, Víctor se encuentra desolado y busca ayuda en la Administración. Ha tenido una reunión con la Valedora do Pobo, con Consumo y con varias asociaciones de personas a las que les ha sucedido algo similar, pero por ahora nadie le ha devuelto su dinero. Desde la entidad bancaria no le han ofrecido, hasta el momento, una solución. Pide ayuda, desesperadamente, para recuperar sus ahorros y para evitar que a alguien más pueda ocurrirle algo similar.