Suceso
El hombre era un paciente del centro de salud mental del Hospital de Arriondas (Asturias) y se había empeñado en marcharse en su automóvil.
La Policía Local de Parres (Asturias), tuvo que intervenir ante la llamada sobre las 8:46 horas del día 17 de julio. Según indica el diario 'La Nueva España', el aviso venía de un seguridad del Hospital del Oriente de Asturias, en Arriondas, que había acudido a los agentes denunciando que un hombre que estaba siendo tratado en el centro, quería acceder sin permiso a su automóvil, donde tenía todo un arsenal de armas.
Agentes de la Policía Local, según los informes, acudieron ante la llamada del vigilante a la rampa de acceso al centro asistencial. Allí se encontraba el individuo, paciente del Centro de Salud Mental de Arriondas, situado junto al Hospital anteriormente mencionado. El hombre, en un estado visiblemente excitado y alterado, quería abandonar el lugar en su vehículo, a pesar de las indicaciones de médicos y seguridad.
Cuando los agentes llegaron, se encontraron a un hombre de 35 años que había conseguido entrar en el vehículo. Los policías se dieron cuenta de que estaba alterado y lo intentaron convencer de que los acompañara a Urgencias para que, allí, fuera tratado. El hombre se negó y fue entonces cuando los policías tuvieron que intervenir para sacarlo a la fuerza de su vehículo y trasladarlo de nuevo al centro hospitalario donde estaba siendo tratado. El paciente quedó bajo la supervisión del personal médico.
Posteriormente, los agentes de la Policía Local continuaron con el procedimiento y tomaron las medidas necesarias para controlar la situación y garantizar la seguridad de todo el personal del hospital, de los pacientes y del propio hombre.
Cuando comenzaron con la inspección del vehículo del paciente, se dieron cuenta de que en el interior del maletero, había una mochila con ocho botellas llenas de gasolina, hechas para hacer cócteles molotov, junto con una barra de uña de grandes dimensiones y un cuchillo de cocina.
El cóctel molotov es un arma que suele ser muy usada para amenazar o amedrentar en disturbios de calle. De hecho, recientemente, la Policía alemana disparó a un hombre que amenazaba con un pico y un cóctel molotov en Hamburgo. Intentó atacar a varios aficionados de la Eurocopa y amenazó a los agentes. Fue en ese momento cuando la Policía disparó al hombre hasta en cuatro ocasiones, posteriormente de haber usado gas pimienta para intentar reducirlo.
La Policía alegó que suponía que quería hacer estallar el artefacto incendiario en medio del bullicio de los aficionados del fútbol. En este caso, el autor de los hechos también tenía problemas mentales.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com