Carreras ilegales
La noche de Reyes tuvo lugar el último incidente, en el que un menor de 13 años ha resultado herido.
Las carreras ilegales son ya un clásico en las madrugadas de los fines de semana en Málaga, especialmente los viernes. Sin embargo, van cambiando de ubicación y hasta utilizan un lenguaje 'en clave' para dar cita a sus seguidores a través de grupos de WhatsApp o Telegram y, así, escapar de cualquier control policial.
La última de las quedadas de las que se tiene constancia tuvo lugar la noche de Reyes, en la que se produjo un grave incidente con tres vehículos implicados. Como consecuencia de la colisión, un menor de 13 años resultó herido y tuvo que ser trasladado al Hospital Materno Infantil de Málaga. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local, que han abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido, aunque, por el momento, no hay detenciones relacionadas con este suceso.
El servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió múltiples avisos de madrugada en la carretera Azucarrera-Intelhorce de la capital malagueña. Se trata de una gran avenida recta que los participantes suelen utilizar con frecuencia para alcanzar grandes velocidades.
Pero este no es el único punto de la ciudad que ha sido testigo de este tipo de carreras, ya que también suelen darse cita en el Recinto ferial Cortijo de Torres, Palacio de Ferias y Congresos, así como en los Montes de Málaga.
Tal como se puede apreciar en los múltiples vídeos que circulan por las redes sociales, a estas carreras acuden multitud de jóvenes con sus vehículos y también muchos espectadores que esperan apostados en la calle para ver los diferentes derrapes y maniobras que, en muchas, ocasiones acaban en colisión.
Esta situación entraña un enorme peligro para muchos de los participantes y también quiénes asisten a verlo. Por este motivo, las Policía Local lleva a cabo una ardua investigación y vigilancia, centrada en el rastreo en las redes sociales con la intención de poner freno a este tipo de encuentros e identificar a los infractores y posibles organizadores de las carreras.
Hemos de tener en cuenta que este tipo de acciones suponen un delito contra la seguridad vial.