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Crimen de Cuzcurrita

La Policía Judicial reconstruye el crimen de Cuzcurrita junto a los dos acusados

El abogado de la familia cree que puede haber más implicados en el asesinato del hostelero Guillermo Castillo.

Los dos acusados por el crimen del hostelero de Cuzcurrita asisten a una nueva reconstrucción de los hechosEuropa Press

Guillermo Castillo, conocido hostelero de Cuzcurrita, fue asesinado el pasado 2 de mayo del año pasado. Un crimen que conmocionó a la localidad. Este viernes por la mañana, los dos acusados han regresado a la casa donde tuvo lugar el asesinato junto a la Policía Judicial para realizar una reconstrucción de los hechos.

Los dos detenidos ya estaban fichados previamente por la Policía. De hecho, en el momento del crimen uno disfrutaba de un permiso carcelario mientras el otro portaba una pulsera telemática al encontrarse en pleno proceso de reinserción. Tienen nacionalidad española y portuguesa. El segundo tiene, además, un amplio historial delictivo que incluye robos con violencia.

Podrían estar implicadas otras dos personas

Esta mañana, el abogado de la familia, Marcos García Montes, apuntaba ante los medios de comunicación la posibilidad de que pudiera haber implicadas otras dos personas más, vecinos de la localidad riojana. Ha señalado que la hija de Guillermo, el empresario fallecido, estuvo con él media hora antes de la llegada de sus asesinos, por lo que sospecha que alguien pudo facilitarles la información de su marcha.

Además, considera que es incomprensible que nadie oyera nada cuando el perro ladraba insistentemente y tuvo que haber ruidos y chillidos. García Montes ha señalado que en sus 52 años de experiencia no había visto fotos de torturas como las del cadáver del hostelero. Su cara era irreconocible, ha subrayado. Por todo ello, considera que aún queda margen para la investigación.

Emplearon una violencia desmesurada

El cadáver de Guillermo Castillo fue localizado por su hija después de que un trabajador de la víctima le avisara de que no tenía noticias suyas. Su cuerpo estaba sobre un charco de sangre con claros signos de violencia. Según la investigación, los asaltantes utilizaron una violencia desmesurada.

El móvil del asesinato, según la Guardia Civil, podría ser el robo de la caja del restaurante. Aunque, tras revolver toda la casa, los criminales tan solo consiguieron hacerse con un botín de seiscientos euros. Al parecer fue el propio hostelero quien les abrió la puerta de su casa al conocer a uno de ellos.