Caso Ardines
El jefe de la Unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil ha declarado este viernes en la vista oral del caso, en la que ha apuntado que la víctima mantenía varias relaciones extraconyugales en el momento de su muerte
Continúa la vista oral en la Audiencia Provincial de Oviedo por el asesinato del concejal de IU en Llanes (Asturias) Francisco Javier Ardines. Un crimen por el que el principal acusado, Pedro Luis Nieva, así como los otros tres investigados, pueden ser condenados a 25 años de prisión.
En esta ocasión ha sido el turno para el jefe de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón, que ha declarado que la investigación realizada determina que la víctima mantenía dos relaciones extraconyugales: la que tenía con la mujer de Pedro Nieva y otra chica más joven con la que tuvo relaciones sexuales la víspera del crimen.
Tal y como ha narrado el jefe de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón, la ya exmujer de Pedro Nieva, y prima segunda de la mujer de Ardines, reconoció durante el interrogatorio que había mantenido “un tonteo” con la víctima en la adolescencia y que con 18 años mantuvieron relaciones prolongadas los fines de semana. La última vez que ocurrió fue en 2019.
Por su parte, la otra joven con la que Ardines mantenía relaciones, reconoció que la víspera del crimen por la tarde habían mantenido un encuentro sexual. Por eso los agentes consideraron que el hallazgo del ADN en el vehículo de la víctima y en sus propias uñas se debió a la “transferencia” de perfil genético realizada por el concejal. No porque ella hubiese estado en el lugar del crimen.
Nieva, un hombre "controlador"
Asimismo, el jefe de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón ha apuntado por otro lado que el acusado principal es un hombre “controlador” y ha afirmado que los celos por la infidelidad de su mujer con la víctima le llevaron a una obsesión que concluyó con la planificación del asesinato.
De hecho, el responsable de la investigación ha rebatido la versión que el propio Pedro Nieva había sostenido cuando declaró en un tono tranquilo que no era controlador e incluso había pensado en divorciarse de su esposa tras descubrir la infidelidad, y de esta manera se desvinculó de cualquier trama para matar al edil.
El agente ha detallado los mensajes de WhatsApp y de redes sociales que Pedro N.A. escribió tras descubrir que su esposa le engañaba y las llamadas que realizó posteriormente a la mujer y a la hija del edil asesinado, en las que, tras enviarles una grabación que hizo a escondidas en un restaurante con la que confirmó sus sospechas, se mostraba "abatido y como víctima".
En la vista oral se ha podido escuchar con esta declaración las llamadas del principal acusado en las que, tras señalar que podría superar la infidelidad, admitía sentirse roto cada vez que escuchaba “con cascos y en silencio” la grabación que tenía de Ardines y su mujer. Y es que, en dichas escuchas, se puede entender cómo la mujer del acusado lanzaba indirectas sexuales a la víctima. No solo eso. También se escucha cómo ambos temen ser descubiertos, pero a su vez creen que la amistad que guardan ambos matrimonios es suficiente para no levantar sospechas de lo que ocurría cuando nadie les veía.
Acto seguido, el responsable de la investigación ha determinado que el acusado es culpable de la planificación del crimen y que sus supuestos sicarios, contactados por Jesús Muguruza, fueron los que ejecutaron la acción.