Coronavirus
La clínica, en la que cada día se daban cita decenas de personas para realizarse la prueba, cobraba 70 euros por test. El centro no contaba con el permiso de la Generalitat ni personal cualificado y tampoco respetaba las medidas de sanidad básicas
La Guardia Urbana de Barcelona ha cerrado una supuesta clínica médica que realizaba test rápidos de antígenos de coronavirus haciéndolos pasar por PCR que cobraban a 70 euros la unidad. En el centro se formaban cada día largas colas de personas que acudían para realizarse la prueba.
Unas inspección de Sanidad descubrió el fraude y puso en alerta a la Policía. La clínica no contaba con el permiso de la Generalitat para operar, sino con el de otra comunidad, y además tampoco respetaba las medidas de sanidad más básicas que. Por último, el personal sanitario que trabajaba en este centro no estaba debidamente cualificado.
Después de una denuncia de oficio, la consejería de Sanidad de la Generalitat aprobó realizar una inspección presencial en el lugar, que el local no habría superado.
Licencia de Castilla y León
Además, el negocio tenía una licencia obtenida desde la Universidad de Valladolid, en Castilla y León, vigente entre el 15 de noviembre de 2021 y el 15 de noviembre del 2026. Tenía que comunicar su actividad al Departament de Salut de la Generalitat, pero la empresa nunca lo hizo.
El cierre de este local se produce cuando la sexta ola de coronavirus, protagonizada por el avance de la variante ómicron, ha elevado los positivos en Cataluña hasta la cifra récord de 123.927 casos en los últimos 7 días, según los últimos datos de la Generalitat, publicados ayer.
Se trata del doble de contagios que la semana anterior, lo que ha provocado que se tripliquen las bajas laborales desde el puente de la Constitución, si bien los expertos sitúan el pico de contagios durante la próxima semana.
17.700 contactos diarios
Cataluña detecta de media 17.700 contagios diarios a través de todo tipo de pruebas, incluidos los autotest de farmacia que se comunican al sistema sanitario, una medida de prevención a la que muchos ciudadanos han recurrido en las fiestas de Navidad y que también ha contribuido a elevar los diagnósticos.
Con la variante ómicron imperando en Cataluña, da positivo 1 de cada 4 catalanes que se somete a una prueba (24,99%), muy lejos del 5% que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como límite de control de la epidemia.