UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN
Entró en la Policía Nacional a los 18 años y mantuvo una trayectoria intachable que se truncó en 2015. Rafael Prieto perdió la pierna en un accidente de moto pero aprendió a vivir con una pierna bionica y pidió volver al cuerpo.
Sin embargo, el ministerio de Interior decidió jubilarle. Disconforme, Prieto recurrió la decisión porque se ve "capaz de seguir prestando servicio". Ahora los tribunales le dan la razón y volverá a ser policía en Córdoba. "Tengo mucha ilusión por volver", explica.