ALQUILÓ UNA SALA DE CINE Y LA LLENÓ DE AMIGOS
Se apagan las luces y comienza una sesión de cine muy especial para Marisa. Se proyectan trailers de varias películas pero hay uno sorprendente. Marisa no da crédito. Está viendo su historia de amor en pantalla gigante. Es entonces cuando se encienden las luces y aparece su novio Jesús para pedirle matrimonio.
Las 90 personas que hay en la sala son en realidad amigos y familiares de la pareja, todos estaban compinchados. Ella le dio el sí junto a la pantalla de cine y frente al "público". Ahora ya solo queda preparar la boda. De momento, la pedida de mano ha sido como una película.