Erupción volcán La Palma
La ministra Reyes Maroto ha aclarado sus declaraciones y ha apuntado que la prioridad es "trabajar por restablecer la normalidad y ya veremos cómo en el futuro situamos a la isla en el escaparate turístico".
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha querido enviar un mensaje de tranquilidad a los turistas que se encuentran en La Palma tras la erupción del volcán.
La ministra ha abogado por que pueda servir de "reclamo" para los viajeros: "Desde Turespaña y desde las embajadas vamos a dar toda la información para que la isla se convierta en un reclamo para los turistas que quieran ver este espectáculo tan maravilloso de la naturaleza con prudencia, porque ahora mismo lo que nos preocupa es la seguridad de ciudadanos y turistas".
Maroto ha añadido que "se está dando información para que los turistas puedan viajar a la isla y disfrutar de algo inédito de poder ver en primera persona", porque hace 50 años que no sucedía algo parecido en ese territorio, según ha recordado.
A la pregunta de si se puede promover un 'turismo de volcanes', la ministra ha respondido que ya "lo estamos viendo en otros países como Islandia, donde se están produciendo estos fenómenos", y ha incidido en que la isla de La Palma "tiene entre sus productos turísticos la parte volcánica, y puede ser un reclamo que podemos aprovechar".
Críticas del PP
Las declaraciones de la ministra han sido duramente criticadas por la oposición. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, ha pedido en Twitter que le aclaren si son ciertas las palabras de la ministra. "¿Alguien me puede confirmar que la ministra ha dicho esto mientras cientos de personas pierden todo lo que tienen?", ha preguntado.
Tras esta polémica, Maroto ha aclarado sus declaraciones y ha apuntado que "la prioridad es trabajar por restablecer la normalidad y ya veremos cómo en el futuro situamos a la isla en el escaparate turístico".
La colada de lava provocada por la erupción del volcán de la isla de La Palma tiene una altura media de seis metros, ha emitido hasta el momento entre 6.000 y 9.000 toneladas diarias de dióxido de azufre y avanza a 700 metros por hora, arrasando a su paso casas, cultivos e infraestructuras.