Polémica
Polémica por la intervención del artista santanderino Okuda San Miguel en el Faro de Ajo en la costa cántabra. Su interpretación colorista en esta infraestructura inaugurada en el año 1930 no ha gustado a todos.
Cinco asociaciones culturales pidieron sin éxito que el proyecto se paralizará, alegando que era un "atropello patrimonial". También se ha criticado su alto coste, de 40.000 euros.
El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, lo defiende y todo apunta a que se convertirá en un reclamo turístico para la zona. Se ha inaugurado el pasado miércoles y ya ha empezado ha recibir visitas.
El Faro de Ajo ha sido pintado con aerosoles, con un formato muy colorido, durante dos días y medio.