DENUNCIA DEL SECTOR HOSTELERO
Los preparan en la calle, entre dos coches y guardan la mercancía en contenedores o trampillas en plena calle. Estas son las escasas medidas de sanidad con las que se preparan los mojitos que después serán vendidos a cientos de turistas en las playas de Barcelona.
Los responsables de los locales de hostelería de las playas se quejan de esta competencia desleal y advierten a quienes los consumen de las escasas medidas de seguridad con las que se preparan estos cocktails. Mientras unos vigilan, otros venden y cuando la Policía se aproxima a ellos vierten el contenido de las bebidas en plena arena.