Polémica
La controversia se ha generado a raíz del lugar elegido para dicho festín: en el interior de la capilla de la Virgen de los Dolores, justo delante del altar y la santa como testigo.
En la localidad pontevedresa de Barro la polémica está servida. El punto de partida ha sido un pincho navideño que tuvo lugar en la tarde de Nochebuena, al que asistieron varios vecinos de la parroquia de San Breixo. Hasta ahí podría parecer un acto de confraternización, sin mayor importancia. La controversia se ha generado a raíz del lugar elegido para dicho festín: en el interior de la capilla de la Virgen de los Dolores, justo delante del altar y la santa como testigo.
El debate se ha trasladado a las calles y a las redes sociales a raíz de una foto colgada en Facebook en la que se puede observar a un grupo de gente delante de la Virgen con una mesa en la que hay diferentes refrescos, espumosos, barras de pan... "Desafortunadamente se colgaron unas fotos con un fondo también desafortunado, pienso que fue fruto del momento y no siendo sabedor de que eso no era lo correcto y que eso no se puede hacer en un lugar de culto” explica una de las vecinas, a través de un comentario en la red social.
Según ha explicado la misma mujer, primero se rezaron unos Padrenuestros y unas Salves y que de forma espontánea se organizó ese ágape. Al parecer, duró poco tiempo ya que era el día de Nochebuena y cada uno se tenía que ir a su casa.
Otro de los interrogantes es quien tiene acceso a la llaves del templo. Según explica la misma vecina, la llave la tienen muchos vecinos, ya que la iglesia "está arreglada y cuidada por sus vecinos y lo hacen con esmero y cariño", expresa en Facebook.
A pesar de la polémica, el párroco encargado, habló con los fieles para solucionar el tema y que no se repitiera un episodio parecido en el futuro.