Navidad y pareja
Hoy en día algunas parejas (incluso con hijos) dejan una de las dos fechas, o Navidad o Nochevieja, para irse por su cuenta solos o con amigos. ¿A qué se debe? ¿Es aconsejable?
Aunque la familia puede ser uno de los pilares fundamentales referentes en nuestra vida, también lo es la pareja. Si ya hemos dedicado unos días a nuestros padres, ¿qué hay de malo en dedicárselo a nuestras parejas?
Podemos pensar que para estar con ella tenemos todo el año. Pero, si nos paramos a reflexionar, ¿cuántas horas en realidad nos centramos en hablar y disfrutar del y con el otro en nuestra vida cotidiana?
En algunos de nosotros es tan complicado, o lo damos tan por supuesto, que estereotipamos al otro y ya casi lo tratamos sin verlo, sin contar con él… Así es como la rutinase instala en la relación y acaba siendo como una termita en una madera, reduciéndola a la nada.
Si el resto del año no tenemos tiempo para dedicarnos a nuestro mutuo disfrute y a sentirnos escuchados y queridos por el otro, debemos buscarlo. Las navidades son la ocasión perfecta. ¡Ojo!, digo "dedicarnos", en plural, porque esa mutua atención va a repercutir en el bienestar de ambos miembros de la pareja. La fiesta de Nochevieja o la Noche de Reyes son especiales y mágicas, y pueden ser el envoltorio perfecto para disfrutar de unos momentos de intimidad que nos reconforten el resto del año.
Puede que, mientras leas estas líneas, descubras que, aun teniendo todas las variables descritas en la ecuación, no te apetece provocar ese momento. Si es así,algo no anda bieny tendrás que reflexionar sobre qué es lo que os está pasando.
Para todos y todas las que estáis dispuestas a disfrutar de estos días con vuestras parejas, una clave para saber qué hacer pasa por asumir que cosas que nos gustaban hacer al principio de la relación y que nos atraían por la novedad, igual ahora están dentro de lo que más o menos hacemos cada día. Por eso que los psicólogos llamamos "adaptación hedonista", ese mismo comportamiento ya no nos resulta tan gratificante. Un buen punto de partida es consensuar qué podemos hacer, qué es lo que más nos apetece a los dos. Así, los dos disfrutaremos, porque estamos hablando, no de compartir tiempo con otros, ni de hacerle un regalo a la pareja, sino de haceros un regalo como pareja. Por lo tanto, hay que planificar y cuidar ese momento para llegar a eso,… a disfrutarlo.
Otra clave puede ser los componentes de esa vivencia. A la mayoría de nosotros nos gustan las experiencias, donde sentimos plenamente la situación, con lo cual ese regalo que nos hacemos debe satisfacer nuestros sentidos, a través del gusto, de la vista, del tacto… No vale solo con estar juntos. También debe de haber algo de misterio, es decir, que sea una situación relativamente nueva para ambos y que sintamos ilusión por lo que vaya a ocurrir.
Y, a partir de aquí, podemos hacer todo tipo de planes, desde irnos a una ciudad distinta, a un pueblo, al extranjero, una cena romántica o…quedarnos en casa con una buena peli y unos aperitivos que nos gusten a ambos para disfrutar de ese momento que hace mucho tiempo que no teníamos…
Para finalizar, un consejo, queridos lectores: para disfrutar de estos planes mágicos debéis acudir a esa cita como cuando os enamorasteis de la persona, olvidaros de problemas cotidianos, de discusiones, de la rutina. Ahora conocéis a la persona, sabéis sus defectos, pero también sus virtudes, tenéis complicidad, intimidad, confianza… Ha habido discusiones, pero también encuentros, hasta en algunos momentos nos ha sorprendido… Entonces… Aprovechad ese tiempo para dedicároslo y disfrutaros .
Alicia López Losantos es psicóloga y socióloga