EN SU DECLARACIÓN NO RECONOCE LO ENCONTRADO EN SU ORDENADOR
Al momento en el que abandona la sede del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, su silencio era casi tan rotundo como sus negaciones en la sala del plenario. No reconoce los hechos, pese a que la policía encontró las identidades y direcciones en Internet de 250 menores.
Según la policía, acosaba a las niñas de entre 14 y 17 años para que se grabaran y le enviaran videos y fotografías pornográficas. Les amenazaba con esperarlas a la salida de clase y matarlas.
En Octubre de 2008 fue detenido en Chiclana, Cádiz y posteriormente puesto en libertad. Una denuncia de una joven en Madrid hizo que su caso llegara al juzgado de instrucción número 34.
El magistrado preguntó en qué carcel se encontraba el detenido, al decirle que no había sido encarcelado mandó que lo detuvieran de nuevo y pasó cuatro meses en prisión, aunque el fiscal solicita 359 años privado de libertad.
La abogada de las víctimas no entiende esta situación cuando además continua trabajando con ordenadores y los agentes han confirmado que justo después de su detención siguió acosando a menores.
Localizaba a las niñas en portales web donde algunas cuelgan fotos. Su abogado asegura que algunas incluso pudieron enviarle el material pornográfico voluntariamente.
Las víctimas, algunas han tenido que abandonar casa, estudios, amigos... declararán en los próximos días. Los especialistas advierten de que a este tipo de presuntos delincuentes se les tendría que realizar una reseña genética de ADN ya que en un futuro estos presuntos delincuentes de la red pueden convertirse en depredadores sexuales.
La ley lo permite, pero hoy por hoy en España no se hace. En otros países como EE.UU y Reino Unido existe una web pública de condenados por pederastia a la que cualquier ciudadano puede acceder. Esta sería otra buena medida, según los expertos.