Lágrimas de San Lorenzo
La lluvia de Perseidas es un espectáculo que se puede visualizar la noche del 12 al 13 de agosto. Alrededor de este fenómeno existe una leyenda vinculada a San Lorenzo. A continuación, te la contamos.
La lluvia de Perseidas es la lluvia de meteoros más antigua que se conoce -hay crónicas chinas del año 36 en las que ya se hablaba de ella-. En 1835, se descubrió que era cíclica porque cada año se puede observar este espectáculo desde el 10 hasta el 13 de agosto, aunque la noche en la que se ilumina más el cielo es la que transcurre entre el 12 y el 13 de agosto.
El nombre de Perseidas tiene su origen en la constelación de Perseo porque la mayoría de las estrellas fugaces, que cubren el cielo esos días de agosto, provienen de esa constelación. Normalmente, se alcanzan a ver entre 100 y 120 meteoros por hora y estos están provocados por los restos del cometa 109P/Swift-Tuttle. Este cometa se aproxima a la Tierra cada 133 años y cuando lo hace se pueden observar más puntos brillantes. La última vez que se acercó fue en 1992, ese verano se pudieron contabilizar más de 400 meteoros por hora.
A la lluvia de Perseidas también recibe el apelativo de lágrimas de San Lorenzo. Esto tiene su explicación en que el 10 de agosto se celebra la festividad de San Lorenzo, que conmemora la fecha de su fallecimiento. Cuenta la leyenda que este santo fue quemado vivo en una parrilla -en el Campo de Verano de Roma- y que sus lágrimas son las estrellas que se ven esa noche y, las posteriores, en el cielo nocturno.
Leyenda o no, el mejor momento para disfrutar de estos meteoros o 'lágrimas' es la noche del 12 al 13 de agosto -entre las 00.00 y las 06.00 horas-. La lluvia de Perseidas comenzará a aparecer justo debajo de la constelación de Casiopea -con forma de W-. Este evento veraniego será visible en todo el hemisferio norte, pero especialmente en los países que, como España, se encuentran ubicados al sur de Europa.
Los mejores lugares para la observación de las estrellas fugaces son aquellos alejados de la contaminación lumínica de los grandes núcleos de población. Las zonas montañosas o las playas, alejadas de las ciudades, son las ubicaciones más idílicas para ver las Perseidas. Los meteoros podrán verse en cualquier dirección, aunque preferentemente al norte y al noreste.
Su brillo es visible a simple vista, por lo que no es necesario utilizar telescopios. Sin embargo, si lo que se quiere observar son las estelas de los meteoros, en este caso, sí que es necesario utilizar prismáticos, para apreciarlas con más detenimiento y durante más tiempo.
Para completar la observación, también se pueden descargar mapas del cielo para orientarse, así como aplicaciones móviles en las que aparecen todas las constelaciones para ayudar a los usuarios a ubicarse en el espacio celeste.
Veas desde donde las veas y uses prismáticos o no, lo que sí debes hacer es pedir un deseo cada vez que pase una perseida por delante de tus ojos, como manda la tradición.