Ataque perro
El niño tuvo que ser intervenido de urgencia con heridas en los dos brazos y en las nalgas. Evoluciona favorablemente.
Hemos quedado en Portugalete con Victoria. Ella fue una de las heridas en el ataque de un perro de raza malinois ocurrido el pasado jueves en el Parque de La Florida de Portugalete. Todavía continúa cojeando. Tiene una importante herida en el muslo.
Nos cuenta como se encontraba de fiesta con varios niños a la salida de la ikastola cuando el animal se abalanzó contra un pequeño de 9 años que se encontraba tras ella. Una amiga gritó y al darse la vuelta observó como el can zarandeaba al niño enganchado a uno de sus brazos. Posteriormente lo soltó y se lanzó contra su otro brazo.
Ella no lo dudó un instante y salió corriendo hacia allí para ayudar al niño. Alrededor se escuchaban numerosos gritos. Pese a los intentos de otras personas, el perro no soltaba al pequeño. Ella trató de captar su atención como si le ofreciera algo. "Toma, toma", le dijo. El perro entonces se desenganchó del pequeño se lanzó sobre el muslo de Victoria, tirándola al suelo. Ella se cubrió el rostro con los brazos y se dejó llevar. Al menos había conseguido que otros vecinos apartaran al niño del peligro. Fue entonces cuando una amiga y un hombre trataron de socorrerla. El perro saltó encima de esta y le mordió la espalda. El varón también sufrió un mordisco.
Tras los momentos de tensión, el dueño del perro se lo llevó a su casa. La Policía Municipal se ha incautado del animal que permanece confinado. Se le van a realizar pruebas veterinarias para comprobar si sufre alguna enfermedad. No estaba registrado, ni tenía microchip. Tampoco estaba vacunado.
Los vecinos aseguran que el perro ya había mordidoa otras personas en anteriores ocasiones. Aunque Victoria lo perdona. El animal, asegura, no tiene culpa. La culpa es de sus dueños que en la villa jarrillera son viejos conocidos. Nos dicen que son conflictivos. A uno de ellos se le conoce como el Pincharruedas.
El niño de nueve años ha tenido que ser intervenido de urgencia en el Hospital de Cruces. Allí le han cerrado las heridas, una especialmente profunda en uno de los brazos, con numerosos puntos de sutura. Evoluciona favorablemente.
Victoria nos dice, muy afectada, que el valor no tiene nada que ver con lo que hizo. Asegura que lo hizo por miedo. Ese es el sentimiento que sintió; pero tenía aún más miedo por lo que el perro podía hacerle al niño. Eso le llevó a actuar y a salvarlo.