Medioambiente

Una pequeña flor obliga a modificar un parque eólico de 33 millones de euros en A Coruña

Se trata de una especie única en el mundo que habita entre los ayuntamientos coruñeses de Carballo y Coristanco.

Centaura ultreaie es el nombre que recibe una pequeña flor, similar a una margarita aunque con diminutas espinas, y que cuenta con una población mundial de 7.000 individuos. Se ha encontrado solo en una región de A Coruña, en Galicia, lo que ha propiciado que su campaña de protección se haya ampliado en los últimos años.

Tanto es así que esta flor ha conseguido ya mover terrenos más extensos que todos los que ocuparía su pequeña población. Pudo primero con el parque eólico de Monte Castelo, en Tordoia (A Coruña), a inicios del 2000, y ahora lo hace con el de Bustelo, entre Coristanco y Carballo.

Este parque aún no se ha construido pero se prevé que los trabajos comiencen de modo inminente porque ya está aprobada la declaración de impacto ambiental, publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia.

Y en esta declaración ambiental figuran todas las modificaciones que han tenido que hacerse para respetar a esta diminuta flor. Los molinos han pasado de ser once a diez, otro par ha cambiado de localización, se ha modificado la posición también del centro colector y la plataforma de montaje, los trazados de viales, de cunetas y cableados también se han visto modificados.

Además, la empresa promotora ha diseñado un plan de conservación de esta especie junto con un profesor, Silva Pando, dedicado a esta especie en peligro de extinción. No es, tampoco, la primera vez que esto sucede. A inicios de este año, otra compañía eólica anunció un programa de recuperación de esta planta y aseguran, a día de hoy, que han crecido más ejemplares en la zona.

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