Mayores universitarios
La Universidad de Granada cuenta con más de 200 alumnos matriculados con más de 60 años. Cada vez son más los mayores que se deciden a estudiar una carrera.
Pepe no falta ni un solo día clase. Siempre le acompaña su sombrero, que posa sobre la mesa para escuchar con mayor atención. A sus 88 años está matriculado en Ingeniería de la Edificación en la Universidad de Granada: "La cabeza la tengo todavía que me funciona bien, no como antes, pero sí bastante bien. Ya no voy a ejercer, pero lo hago simplemente porque me gusta. Yo quería hacer en la vida todo lo que me diera tiempo y así lo estoy haciendo".
Para este granadino que ha trabajado durante toda su vida como delineante, ir a la Universidad era prácticamente un sueño, que ahora ve cumplido: "En mi casa había 6 hermanos, por tanto estudiar era muy complicado. Con 50 años me saqué Arquitectura y ahora estoy cumpliendo con lo que deseaba", relata orgullo Pepe.
Reconoce que la relación con los compañeros está siendo ejemplar: "Me están ayudando mucho, sobre todo con las nuevas tecnologías. Cuando estudié Arquitectura todo se hacía a mano y ahora hay que hacerlo con programas de ordenador, cosa que me costó muchísimo al principio".
Pero no es el único mayor en la Universidad de Granada. Cada vez más personas jubiladas se deciden a estudiar una carrera después de los 60 años. Actualmente, el entre granadino cuenta con más de 200 personas matriculadas en esta franja de edad entre grados, másteres y doctorados.
Es el caso de Reyes, que a sus 78 años estudia Historia del Arte, un sueño que tenía desde niña: "De pequeña fui muy poco al colegio, pero luego aprobé una oposición. Siempre quise estudiar y ahora lo estoy haciendo porque aprender me da mucha felicidad", admite.
El año pasado se matriculó en cinco asignaturas que ha superado con éxito y este año se ha matriculado de otras tantas: "Voy poquito a poco, pero si la Universidad me deja, no descarto irme también de Erasmus a Florencia. Si tengo que aprender italiano, pues también se aprenderá", comenta entre risas.
Reyes padece dislexia pero eso no está siendo una dificultad. Lourdes, una compañera de sólo 21 años, se ha convertido en su amiga inseparable, haciéndolo todo mucho más fácil: "Ella me ayuda con los apuntes, con el ordenador, con cualquier dificultad que pueda tener".
Una relación que traspasa lo académico y que se ha convertido en una amistad: "Este verano nos hemos ido juntas de viaje 4 días a La Alpujarra. La verdad que nos llevamos muy bien. Yo ayudo a Reyes, pero ella a mí también me aporta muchísimo", cuenta Lourdes, que cursa ahora 2º de Historia del Arte en la Universidad de Granada.
La edad tampoco ha sido un obstáculo para cumplir los sueños de Enrique, que a sus 71 años cursa el grado de Historia. Apenas le quedan 7 asignaturas y nos muestra orgulloso su orla: "La relación con los compañeros es exquisita y por eso he querido tener ese recuerdo. Ellos me ayudan con los apuntes porque verdaderamente a mi me cuesta cogerlos tan rápido y ellos me los pasan sin ningún problema".
Su elegancia es bien conocida en la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, que se ha convertido en su segunda casa: "Yo toda la vida he trabajado en traje de chaqueta y no voy a cambiar ahora. Así que la planta es la planta. Vengo así siempre clase. El primer año, los compañeros se pensaban que yo era el profesor en lugar del alumno. Pero ya me conocen todos y me quieren como si fuera su abuelo, aunque nunca lo dicen", asegura Enrique que pasa cada tarde en la Universidad.
Está casado, con tres hijos y dos nietos. Ha trabajado como administrativo y comercial, pero ahora por fin ha podido dedicar el tiempo a su pasión: "Tenía dos motivaciones. Por un parte, la historia que siempre me ha interesado mucho y por otra, vivir la experiencia universitaria que está siendo maravillosa". Tanto es así, que Enrique no descarta matricularse el próximo año en Historia del Arte.
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