ACUERDO EN EL CONGRESO
Los grupos parlamentarios del Congreso han alcanzado un principio de acuerdo para endurecer hasta los nueve años la pena máxima de prisión por homicidio imprudente cuando es consecuencia de una imprudencia grave al volante de un vehículo a motor, tales como el exceso de velocidad o el consumo de alcohol.
Así figura en el borrador con el que trabaja la ponencia del Congreso encargada de reformar el Código Penal en materia de seguridad vial, y y que previsiblemente se votará el próximo lunes.
Fuentes parlamentarias han explicado que va a contar con el acuerdo de la mayoría de los grupos.
Esta reforma, que se inició a instancias del anterior Gobierno del PP tras una petición de las asociaciones de víctimas y de ciclistas, tenía como objetivos principales, según se detalla en la exposición de motivos, aclarar la situación de las penas graves y menos graves; el aumento de la punición de este tipo de conductas; y la introducción del delito de abandono (omisión del deber de socorro) del lugar del accidente.
Así, el nuevo texto apuesta por calificar siempre como imprudencia grave la conducción que atenta contra la integridad de las personas en los siguientes tres supuestos: cuando se comete un delito contra la seguridad vial por exceso de velocidad, cuando se hace bajo la influencia de drogas, o bajo la influencia de alcohol.