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Un pederasta reincidente suelto en la piscina: las familias denuncian que nadie les alertó del riesgo

Los vecinos de San Vicenç de Castellet denuncian que nadie les alertó de que un hombre que había sido condenado por abusos a menores estaba en el municipio.

Seis familias de Sant Vicenç de Castellet, en Barcelona, han denunciado ante los Mossos d'Esquadra a un hombre. La razón es que han descubierto que se paseaba por la piscina municipal haciendo tocamientos a sus hijas, niñas de entre 7 y 9 años.

Según las propias familias el arrestado realizaba tocamientos a las menores aprovechando que estaban jugando en la piscina. Tras ello las amenazaba con ahogarlas si lo contaban a sus padres o a cualquier persona. A pesar de ello a finales de agosto las niñas confesaron que, en repetidas ocasiones, el pederasta les metía la mano bajo el bañador. "Mi hija explicó que era su amigo porque creo que él se la ganó", ha explicado Patricia, una de las madres denunciantes.

Ahora las familias denunciantes lamentan el silencio institucional puesto que nadie les avisó del riesgo. "El Ayuntamiento dice que no sabía nada de este hombre, ni antecedentes, ni nada", ha confirmado la madre de una de las menores.

Desde el Ayuntamiento de Sant Vicenç de Castellet han emitido un comunicado en el que confirman que se presentará como acusación popular "para poder seguir la evolución judicial del caso".

"El consistorio y la Policía Local han colaborado en la investigación de los hechos para ayudar a identificar y detener al presunto autor. En paralelo, el Ayuntamiento se ha reunido con las familias de las menores afectadas por este caso y les ha ofrecido soporte psicológico y una atención especializada, que han aceptado. El Ayuntamiento de Sant Vicenç de Castellet expresa su rechazo a cualquier acción o comportamiento de acoso o abuso sexual, reitera su apoyo a las víctimas y a sus familiares", se puede leer en la nota.

Condenado por pederastia

El individuo en cuestión es Carles Sallés, que ya fue condenado en 2016 a más de siete años de cárcel por abusos a cuatro menores de entre 8 y 11 años en las instalaciones del Club Deportivo de Hockey Terrassa. Además, durante el registro los Mossos encontraron entre sus pertenencias más de 5.000 fotos y 60 vídeos de menores realizados por el propio Sallés.

En aquella sentencia se dio por probado que el imputado, "para satisfacer sus deseos lujuriosos", aprovechaba las oportunidades que se le presentaban para tocar "los genitales de los menores".

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