Granollers
Esta familia de Granollers está compuesta por dos hermanos que se enamoraron y tuvieron dos hijos. Ahora luchan por conseguir que les permitan casarse, aunque la ley se lo prohíbe.
Ana y Daniel son hijos del mismo padre, se conocieron y se enamoraron. Fruto de su relación nacieron sus dos hijos. Ahora su deseo es casarse y van luchar para conseguirlo, aunque por ahora la ley no se lo permite.
Una historia de amor
La historia de esta pareja parece propia de una película. Ana fue abandonada por su padre y, de manera repentina, se enteró de que tenía un hermano. Su padre tuvo una relación con otra mujer y tuvo otro hijo. "Mi padre nos abandonó cuando yo tenía cuatro o cinco meses", recuerda Ana. La joven no se quedó con las ganas de ponerse en contacto con su hermano, sospechaba que vivía en Granollers, Barcelona . Abrió sus redes sociales, inició su búsqueda y finalmente dio con él a través de Facebook. Después de hablar con él, tomaron la decisión de conocerse en persona.
Una tarde, Ana y Daniel quedaron para tomar algo y su relación fue cada vez más intensa. "Nos empezamos a reír, fue una situación de '¿Qué te digo?' y la besé?", aseguraba Daniel. No dejaron de hablar ni un solo día y sin pensarlo, surgió. Ambos estaban enamorados. Su atracción era tan fuerte que no pudieron frenar su pasión y mantuvieron una relación sentimental oculta, hasta que se vieron 'obligados' a contar lo que estaba sucediendo.
El padre lo supo todo
Ana recuperó la relación con su progenitor -que se quedó anonadado con lo que estaba sucediendo- aunque, su madre no entendía lo que estaba pasando y estuvo en contra del peculiar romance. Los hermanos enamorados se sentaron en un plató en 2017 y desde ese instante -con la negativa de todo el mundo- manifestaron que estaban deseando tener hijos.
Contra viento y marea
La pareja de hermanos logró tener descendencia rápidamente y a día de hoy tienen dos pequeños que les acompañan en su historia. Ahora, ambos han hablado de nuevo frente a las cámaras, quieren conseguir casarse y hacer 'oficial' su relación en términos legales. Aunque, lejos de ser un trámite sencillo, les están poniendo muchas trabas.
Sus hijos tienen un leve riesgo de sufrir enfermedades. La pareja aseguraba que, en casos de consanguinidad, la posibilidad es de un 4% mayor que en parejas que no tienen genes iguales. Para evitar males mayores, Ana y Daniel se hicieron una prueba genética en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona que descartaba que compartieran genes de enfermedades recesivas, lo que disminuía ese riesgo.
¿Qué dice la Ley?
El Código Civil de España recoge la prohibición de permitir un matrimonio directo entre parientes. No es un delito como tal, porque desde 1978 el incesto no figura como prohibido. Esta situación implica que Daniel no figura como el padre de sus hijos, sino que aparece como su tío.
En este caso, para poder casarse, Ana tiene que renunciar a su padre y que alguien la adoptara. "Las sociedades deben avanzar y no anclarse en tradicionalismos. A los homosexuales tampoco les dejaban casarse y ahora sí pueden", asegura Ana.