EN UN ENCUENTRO CON JÓVENES
El papa Francisco sigue sorprendiendo al mundo con su forma desenfadada de desempeñar su cargo. Ha decidido mostrarse como un ser humano más: toma mate junto a otros argentinos, se acerca a los más desfavorecidos y receta a los fieles 'Misericordina' para su corazón.
Ahora, el Pontífice ha sorprendido confesando que fue portero de discoteca durante su juventud. Asegura que las funciones de echar de un pub a la gente que causa problemas le ayudó a la hora de aprender a acercar a la Iglesia a los más descarriados.
Así lo revela 'L'Osservatore Romano', que asegura que todo formó parte de un juego en el que un grupo de jóvenes le pidió que respondiera con sinceridad a sus preguntas.