Teléfonos
Aspectos tan importantes como la atención podrían verse afectados en los más pequeños por el uso excesivo de las pantallas en los dispositivos electrónicos, según un estudio.
A medida que va avanzando el tiempo y la tecnología va siendo más efectiva, el debate social también aumenta al mismo tiempo. Los teléfonos móviles siempre han sido objeto de discusión sobre el uso que se podía darle y las limitaciones que deberían tener. Es por ello que aparecen nuevos y grandes científicos que también avanzan en las consecuencias que pueden tener diversos aspectos, ya sea la tecnología o incluso lo que ingerimos, en la vida de las personas.
Uno de los últimos ha sido el realizado por la Universidad de Educación de Hong Kong. El informe ha recopilado datos de 30.000 niños menores de 12 años que han participado en un total de 27 estudios durante 20 años, donde han unificado las conclusiones.
La conclusión que más capacidad tiene en sentar el debate es la calidad de lo que se transmite con las pantallas: mayoritariamente mala. Aunque, sobre todo, recalcan el sobreuso de pantallas en edades muy tempranas, en un momento en el que el cerebro está en pleno auge de desarrollo y donde es más importante tener en cuenta los inputs que recibimos. De hecho, en esos momentos del desarrollo, formamos habilidades cognitivas como el procesamiento visual o la adquisición del lenguaje.
El estudio apunta que la utilización en una gran cantidad de algunos aparatos electrónicos puede perjudicar a las conexiones de las neuronas, las gerentes del funcionamiento en el cerebro. Más concretamente, el informe explica que las pantallas afectan de una forma negativa habilidades cognitivas como la atención, las habilidades de control ejecutivos y el control inhibitorio.
Esta situación también tiene solución, no es algo inevitable. Desde fundaciones como Anda Conmigo explican el equilibrio que tiene que existir para el uso de pantallas en niños pequeños y, así, conseguir un desarrollo saludable:
Sin embargo, los teléfonos móviles son una tecnología relativamente nueva que habrá que controlar para conseguir solo beneficios, tanto personales como con su uso.