Lleva años alimentando a las palomas
Agentes de la Policía Local de Vigo, así como técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento olívico y operarios de una empresa han tenido que intervenir para limpiar una vivienda de la ciudad, cuya moradora había generado un problema de salud pública, al alimentar desde su balcón a las palomas, y convertir su propio piso en un palomar.
Según han informado fuentes policiales, esta mujer, de 77 años de edad y que vive con un hijo de 46 años en un piso de la calle Areal, lleva años alimentando desde su balcón a las palomas, de manera que la presencia de estas aves ha ido creciendo y se ha convertido en un problema, por la acumulación de excrementos y otros desperdicios.
Así, la masiva presencia de palomas, ha generado problemas de suciedad en el balcón de esta vecina y en algunas habitaciones de la vivienda, en la fachada del edificio e incluso en la acera donde está el inmueble, lo que ha provocado numerosas denuncias de los vecinos.
Esas quejas de los vecinos no han tenido solución hasta ahora, puesto que todos los intentos de localizar a la mujer o de comprobar el estado del balcón para tomar medidas no prosperaron , porque o la mujer no estaba en el domicilio o no abría la puerta.
A finales de 2017, la Policía Local consiguió contactar con ella y le advirtió de que no debía seguir alimentando a las palomas, porque su balcón se había convertido en un punto de 'avituallamiento' de las aves, que se concentraban allí de forma masiva, especialmente por las mañanas. Sin embargo, este aviso no fue atendido, y la mujer y su hijo tampoco tomaron medidas en ninguna de las otras 6 ocasiones en que acudieron a su casa patrullas de la Policía Local.
Ante esta situación, la Policía Local, en coordinación con los departamentos municipales de Benestar Social y Medio Ambiente, inició los trámites para intervenir. El pasado martes, agentes de la UMIR (Unidad Medioambiental de Intervención en el Rural) de la Policía, técnicos municipales y operarios de una empresa de limpieza, con autorización de los moradores de la vivienda, entraron en la misma para acometer los trabajos de retirada de excrementos.
Tras cinco horas de tarea, fue necesario retirar varios muebles que se encontraban en la 'habitación-palomar', porque estaban absolutamente deteriorados, y continuar las labores de limpieza al día siguiente. Así, el piso quedó limpio de estos desperdicios, aunque el balcón todavía presenta algo de suciedad y no ha sido posible eliminar del todo el mal olor.
La empresa de limpieza instalará en los próximos días una red en el balcón de la casa, para evitar que se acerquen y se posen los pájaros, mientras que los dos vecinos han asegurado que ya no dan de comer a las palomas desde su casa, sino que lo hacen un parque cercano.
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