Erupción volcán La Palma
La recuperación del sector se enfrenta a la desaparición de buena parte de su oferta de alojamientos.
Elturismoserá uno de los motores de la recuperación de La Palma...si consigue recuperar las camas que tenía antes de la erupción. Es una de las principales conclusiones de las actuaciones en materia turística llevadas a cabo por parte del Cabildo insularun año después del proceso volcánico. De hecho, en la actualidad La Palma cuenta con 6.000 camas turísticas menos que antes de la erupción, de las cuales 1.200 han quedado sepultadas bajo la lava y otras 5.000 se encuentran en zonas actualmente no operativas.
Pese a ello, el objetivo continúa siendo “intentar recuperar la normalidad en aquellos lugares en los que el tejido empresarial de la isla ofrecía servicios vinculados al sector turístico tanto a visitantes como a la población local”, en palabras del consejero de Turismo y Deportes del Cabildo de La Palma, Raúl Camacho. En esa línea, la recuperación y puesta en marcha de diversas infraestructuras como los centros de visitantes de Roque de los Muchachos y Caños del Fuego, así como la limpieza de diversos miradores afectados por la ceniza han sido algunas de las intervenciones prioritarias.
Problemas de conectividad
Sin embargo, la puesta en marcha de esos proyectos encuentra un escollo en la caída de la oferta alojativa, con el claro ejemplo de Puerto Naos, tradicional epicentro turístico de la isla con 2.400 plazas hoteleras y que permanece aislado de manera indefinida por la presencia de gases nocivos. Esa escasez de camas turísticas acarrea otra consecuencia: el descenso de los vuelos con La Palma.
“No tener todas esas camas va a suponer una bajada en nuestra conectividad aérea. A partir de marzo hubo un aumento de esa conectividad, pero aún no sabemos si va a compensar la bajada producida entre octubre y diciembre”, apunta Camacho, además de que “algunos destinos peninsulares y aerolíneas inéditas en La Palma que estaban volando a la isla desaparecerán a partir del mes de octubre”.
Ante ello desde el Cabildo palmero se negocia con diversos touroperadores para mantener el volumen de vuelos con la isla. “El turismo será un elemento primordial para la recuperación de la isla, pero nos va a costar salir”, concluye el consejero.