Caso vertedero
La familia necesita saber cuanto antes si los restos encontrados en el mismo vertedero en el que se localizó al otro primo, pertenecen a Ángel.
La familia de los primos desaparecidos en Madrid continúa a la espera del resultado de las pruebas de ADN, quieren saber cuánto antes si los restos encontrados en el vertedero de Toledo son los del pequeño Ángel. "Quien lo haya hecho, que lo pague, que se pudra", son las palabras de rabia y dolor del padre de Ángel, el menor que aún no ha aparecido desde que se le perdiera el rastro junto a su primo hace poco más de un mes. El cuerpo de Fernando, el otro primo que desapareció fue encontrado en un vertedero entre toneladas de residuos.
La madre de Ángel insiste en que la muerte de su hijo no fue accidental y que, tanto él como su primo, no se metieron en los contenedores por frio como apunta la principal hipótesis policial: "solos no se meten en un cubo de la basura, eso es mentira", apunta. Al parecer, los dos primos viajaron a Toledo porque el mayor había quedado con una antigua novia.
La Policía Nacional encontró este miércoles restos humanos, concretamente un pie, en la zona acotada del vertedero Ecoparque de Toledo en el que se busca al niño de 11 años, que desapareció el 10 de diciembre. La pista de los dos primos se perdió hasta que cinco días después apareció el cuerpo de Fernando en el Ecoparque de Toledo, sin presentar signos de violencia y que, según los resultados preliminares de la autopsia, murió por asfixia.
En la investigación se barajan varias hipótesis, incluida la de la posible muerte accidental al haber intentado resguardarse del frío en un contenedor de basura, algo que la familia de los niños no cree. Los investigadores siguieron el rastro de la recogida de los residuos entre los que se encontró el primer cadáver, el de Fernando, ya que él y Ángel eran un "binomio" inseparable, de ahí que pensaran que el menor podría haber corrido la misma suerte.
En la búsqueda del pequeño participan efectivos de la Policía Judicial, guías caninos, el Grupo Operativo de Intervención Técnica (GOIT) y la Policía Científica con retroexcavadoras y maquinaria auxiliar. La última vez que se vio a los dos niños fue la tarde del pasado 10 de diciembre, cuando le dijeron al padre de Fernando que iban a comprar unos bocadillos al Hiper Usera de la calle General Ricardos, del que nunca regresaron.