PROPINA
El tradicional gesto de dejar unas monedas de propina cuando pagamos en un restaurante se empieza a perder con el aumento de los pagos con tarjeta. Pero como todo, las propinas también se están reinventando, y ahora es posible también hacerlo con el datáfono.
El eterno debate de la propina. Cuando llega la hora de pagar, más de uno tiene sus razones para dejar un dinero extra: "Cuando realmente el servicio nos atiende perfectamente, si no, no dejamos propina", cuenta un comensal de un restaurante, y así lo confirma otro: "Sobre todo por el trato recibido". Si hablamos de la cantidad, ronda entre un 5% y un 10% del total de la cuenta. Y los que más dejan son los extranjeros.
"Cuando realmente el servicio nos atiende perfectamente"
Un estudio publicado recientemente aseguraba que sólo un 11% de los clientes apoya esta práctica, mientras que un 17% reconoce que no lo hace nunca, y en ese caso argumentan que "los camareros tienen su sueldo, y todo está caro. Así que no suele dejar propina". Según una encuesta realizada por 'Preply' en la que se consultó cuánto solían dejar de propina, se calculó una media que sitúa a Las Palmas de Gran Canaria como la segunda ciudad de España donde más propina se deja, con 7,66 euros.
FACUA (Consumidores en Acción) denuncia que se pida propina en España, ya que este tipo de gratificaciones son voluntarias y "crea un sentimiento de culpa" en el cliente si no lo paga.
Es una realidad que cada vez utilizamos menos efectivo, y tiramos más de tarjeta. Este tipo de pago podría suponer un problema a la hora de dejar propina pero no lo es. "Salía a 23,50 euros la cuenta y hemos dicho que toda la mesa vamos a dejar 25 euros, para redondear. Y esa diferencia es una propina que le dejamos al restaurante", cuenta una consumidora de un restaurante de Gran Canarias. También existen nuevos modelos en algunos locales cuando se hacen cobros con datáfono: En la propia caja se aplica una propina sugerida por el trabajador y, cuando se imprime el ticket, es el cliente quien tacha la casilla si quiere dejar esa propina.
También existe un debate sobre quién se queda ese dinero. "No suelo dejar propina, un 5% como mucho. Si supiese que va para los camareros a lo mejor alguna vez dejaba más", confiesa un hombre de un bar. Los propios trabajadores de la hostelería lo aseguran, "es de todos los compañeros, se pone en un bote y ya después se reparte". Practicante en todos los locales la recaudación del dinero en concepto de propinas va en su totalidad destinado a camareros y también cocineros.
Este sector entiende que al no estar regulada, no hay obligación, pero que demuestra si los clientes están satisfechos con el servicio. "Es bastante gratificante porque es una forma de decirnos que salen contentos", dice una responsable de un restaurante. A esto añade un cliente "que es una manera de valorar el servicio". Así que, aunque no forme parte de su salario, es un extra que se llevan.