EL TRABAJADOR PAGARÁ UNA MULTA POR APROPIACIÓN INDEBIDA
Iba recibiendo, cada mes, 600 euros más procedentes de su empresa. Y él creyó que era un aumento de sueldo. Al menos, eso es lo que dice. Así, durante cuatro años. En total, 75.000 euros.
Según su jefe, este trabajador se lo gastó en prostitutas y alcohol. Él lo niega.
El caso es que iban a juicio. Y se iba a celebrar hoy, pero finalmente no se ha celebrado la vista porque las partes han llegado a un acuerdo.
El acusado tendrá que pagar una multa de 900 euros por un delito de apropiación por imprudencia y debería devolver a la empresa 50.000 euros, aunque se ha declarado insolvente.