Coronavirus
Los padres del pequeño Julen , el niño de dos años que cayó a un pozo en una finca de Totalán, en Málaga, en enero de 2019, se enfrentan hoy a una nueva pérdida familiar.
Su sobrina, una niña de siete años, ha fallecido esta mañana de forma repentina cuando paseaba por la calle en el barrio malagueño de El Palo aprovechando el tiempo para el paseo por el desonfinamiento por coronavirus. Al parecer la niña se desplomó y aunque los sanitarios le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar durante más de media hora e incluso la evacuaron en una ambulancia al Hospital Materno Infantil, falleció poco después mientras era trasladada.
La niña, prima del pequeño Julen por parte materna, empezó a sufrir dificultades para respirar cuando se encontraba cerca del campo de fútbol de El Palo (San Ignacio), hacia las 10.30 de la mañana. Los servicios de emergencias recibieron varias llamadas alertando del suceso .
Los agentes de la Policía Local de Málaga fueron los primeros en acudir al lugar de los hechos y pidieron apoyo por radio y reclamaron un dispositivo sanitario para las maniobras de reanimación. Su cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga para la práctica de la autopsia. Hasta ahora se desconoce el motivo de su muerte.
Los padres de Julen ya tuvieron que superar un auténtico infierno. Su hijo cayó a un pozo y durante más de 13 días, en un despliegue sin precedentes, de más de trescientas personas que trabaron día y noche , entre ellos mineros especializados, que realizaron un pozo paralelo y en vertical para intentar rescatar al niño. El pequeño, murió en el momento de la caída, según reveló la autopsia.