EN MÁLAGA
Los padres de Julen, el niño de dos años que fue rescatado sin vida a los 13 días de caer en un pozo en Totalán (Málaga), han declarado como testigos en la causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga en relación con la muerte del pequeño.
Así, José y Victoria han llegado sobre las 10:30 al juzgado para declarar como testigos ante la jueza que instruye esta causa. Han estado arropados y escoltados por el propietario de la finca, que ha pedido en todo momento respeto para ellos.
También en calidad de testigo, ha declarado la pareja del dueño de la finca en la que se encuentra el pozo en el que cayó el pequeño, que también se encontraba en el lugar el día de los hechos.
La abogada de los padres de Julen, que actúan como acusación particular, ha destacado la "imagen de unidad porque son un familia" y que todos "han coincidido en sus declaraciones porque dicen la verdad".
El cuerpo de Julen fue encontrado a las 01.25 horas de la madrugada del sábado 26 de enero por los equipos de rescate que lo buscaban desde el día 13 de dicho mes, tras caer en un pozo de tan sólo 25 centímetros de diámetro y de algo más de 70 metros de profundidad.
La citación de estos se produce tras pedirlo la Fiscalía, que también solicitó que declaren como testigos tres senderistas que fueron los primeros en llegar al lugar para auxiliar a los padres del pequeño el día de los hechos. Estos están citados el próximo miércoles 27 de febrero.
Posteriormente, el 12 de marzo están citados, también como testigos, el hombre que realizó el pozo y el que hizo una zanja en la zona; mientras que el 13 irán guardias civiles especialistas y los que primero llegaron al lugar, así como Ángel García Vidal, ingeniero al frente de las obras que se realizaron para el rescate.
El primero en comparece para declarar ante la jueza fue el dueño de la finca donde se encuentra el pozo, David Serrano, que lo hizo el pasado viernes, aunque en calidad de investigado por un presunto delito de homicidio imprudente; declaración que también había pedido la Fiscalía malagueña.
El propietario de la parcela insistió en que era imprevisible la caída. Además, se ratificó en que tapó el agujero con dos bloques de hormigón y en que avisó del peligro; así como que en todo momento "se puso en manos de un profesional para que le gestionara todo" lo relacionado con los trámites administrativos para realizar el pozo.
El fiscal solicitó todas estas declaraciones después de que la Guardia Civil le remitiera otros informes, ampliatorios del primero, tras lo que la Fiscalía consideró que ya se pueden hacer varias hipótesis de los momentos previos a la caída de Julen y por tanto era el momento de depurar las responsabilidades penales si las hubiera.
El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga abrió unas diligencias, primero por la desaparición del niño, en las que se han ido incorporando informes con el fin conocer lo ocurrido y determinar si existen responsabilidades penales.