Granada
El hombre de 72 años acabó con la vida de sus nietos y posteriormente se suicidó. Huétor Tájar ha decretado tres días de luto.
Huétor Tájar está de luto. La localidad granadina fue el escenario de un trágico asesinato. El pasado lunes un hombre de 72 años se atrincheró con sus dos nietos de 10 y 12 años, a quienes asesinó y posteriormente decidió acabar con su vida, antes de poder ser detenido por la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil.
El padre de los menores encuentra ingresado en el hospital, donde permanece sedado. El hombre permaneció toda la noche con los agentes de la Guardia Civil. Durante la negociación reconoció que no veía a su suegro capaz de hacerle nada a sus nietos. Aún no se conoce el informe de la autopsia de los menores, aunque se espera que sea clave para la investigación que continúa abierta.
La despedida de los menores podría tener lugar mañana en Huétor Tájar, en función del estado de salud del padre. El abuelo será incinerado en otro pueblo cercano. De forma paralela, se han decretado tres días de luto oficial, y el lunes cientos de vecinos se unieron a un minuto de silencio en memoria de los pequeños.
Tras el terrible suceso han comenzado a trascender nuevas informaciones. Dos meses antes, el hombre se habría visto envuelto en un accidente de tráfico donde fallecieron su mujer y su hija, la madre de los niños. Los vecinos han explicado que tras el siniestro, en el que él conducía, comenzó a recibir tratamiento psiquiátrico, mientras que los dos menores aún se estaban recuperando de las secuelas.
Abuelo y yerno vivián puerta con puerta en un edificio, y fue durante la noche del domingo 19 cuando se produjo una discusión, en la que el abuelo habría llegado a esgrimir una escopeta. Horas después se atrincheró en su casa con los niños. "Cuando llega la Guardia Civil hace dos disparos al aire desde la ventana para alertar que está armado", asegura Pedro Fernández, Delegado del Gobierno en Andalucía.
Fue entonces cuando se inició una larga negociación con José para que todo terminara bien y de madrugada llega la Unidad Especial de Intervención: "Se mantienen unas conversaciones y en torno a las 5 de la mañana el hombre les dice que tienen que dejar de hablar porque tiene que preparar a los menores para que asistan al colegio", relata Pedro Fernández.
Es a las 08:30 horas de la mañana cuando sigue sin haber noticia de los niños y los agentes entran en la vivienda: "Es el momento en el que se produce una muerte por suicidio del abuelo de los menores". Los agentes encuentran a los dos niños muertos en dos habitaciones, uno con heridas de bala, el otro posiblemente por asfixia.
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