ANTONIA FUE UNO DE LOS BEBÉS ROBADOS EN LOS AÑOS 60
Tiene los mismos ojos que su padre pero ha tenido que esperar 48 años para conocerlo. Su padre adoptivo le reconoció que había pagado por ella pero nunca le dijo la cantidad. Antonia es un ejemplo de los numerosos casos de niños robados que se produjeron en España entre los años 60 y 70.
Gracias a unas pruebas de ADN, por fin ha podido saber quien es su verdadero padre, aunque a él no le hizo falta que los informes demostraran sus sospechas. "Con sólo mirarme él ya sabía que yo era su hija, y eso que había más personas en la sala", afirma Antonia.
En cambio, no ha podido conocer a su madre biológica, ya que murió dos días después del parto. "A mi familia adoptiva le dijeron que era una prostituta que ya tenía dos o tres hijos y no quería a uno más", asegura.