Galicia
La pandemia del coronavirus no da tregua para las orquestas gallegas que ven cómo por segundo año consecutivo reciben cancelaciones de las pocas contrataciones que habían cerrado.
Con su propio protocolo establecido, y tras haber realizado incluso pruebas piloto para garantizar que todo funcionaba correctamente, la verbena gallega comenzaba este verano cargada de esperanza. Pero las expectativas no se están cumpliendo.
El aumento de contagios por coronavirus, debido a la quinta ola, en las últimas semanas ha hecho que muchos ayuntamientos hayan decidido dar un paso atrás en la desescalada y posponer un año más la celebración de sus fiestas patronales, ese lugar en el que cada verano brillan las más de 300 orquestas que hay en Galicia. Orquestas que en estos momentos solo reciben cancelaciones de las pocas contrataciones que habían cerrado.
Las orquestas gallegas sufren la pandemia
La imagen que todos tenemos en la retina con respecto a las verbenas es la de aglomeraciones, bailes, cánticos y, todo ello por supuesto, sin mascarilla. Sin embargo, la COVID-19 ha dado paso a la nueva realidad: celebraciones con distancia de seguridad entre los asistentes, con campos de la fiesta parcelados, aforo limitado y con la mascarilla puesta.
El explosivo aumento de positivos ha provocado que ni siquiera así podremos verlas en muchas localidades y ahí está el problema. Superar un año sin actuaciones se antojaba difícil para muchas formaciones, pero dos, resulta casi un milagro. Por eso desde el sector creen que muchas no lo superarán. No obstante, se trata de un sector tremendamente estacional, que vive todo el año con lo que factura durante los meses de verano.
Son muchas las veces que, en el último año, muchos músicos se ha visto tentado a bajarse definitivamente de los escenarios. Algunos incluso han tenido que cambiar ya de oficio. Un batería a los mandos de una excavadora, una cantante que ha conseguido abrirse camino como maquilladora u otra que ha aprovechado el carnet que le permitía llevar el camión de la orquesta para encargarse ahora de un autobús. Son solo algunos ejemplos de las consecuencias de la pandemia.
Aún así, todos están deseando volver a subirse al escenario. Y con ellos, todo su público.