CAMACHO CHACÓN DE 58 AÑOS
La policía revisaba una y otra vez las imágenes del asalto a un banco en Madrid el pasado verano. Las máscaras que llevaban impedían identificar a los dos atracadores. Hasta que un veterano agente vio algo que le resultó conocido. “Reconoce por el lóbulo de la oreja, por un semiperfil, a este sujeto”, explica Dionisio Martín, jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía de Madrid.
El policía reconocrió una oreja. Sospechó que era de Eduardo Camacho Chacón, un histórico atracador de 58 años. Había salido de prisión apenas una hora antes del atraco. Lograron fotografiarle en uno de los bares que frecuentaba. La Policía Científica comparó las orejas y concluyó que, con bastante probabilidad, era el mismo hombre, la misma oreja.
Los policías le vigilaron durante semanas. Le oyeron encargar a un cómplice la compra de una máscara. Los agentes localizaron la tienda. Las cámaras de seguridad recogieron el momento en que habían comprado una careta de oso.
La Policía no sabía el banco que iban a asaltar, pero sí tenían vigilado el piso en el que después pretendían repartirse el botín que obtuvieran. Está en el barrio de Carabanchel, muy cerca de la sucursal bancaria donde finalmente intentaron el atraco.
Tras huir sin consumar el atraco salta la alarma y el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía les intercepta en plena huida. La pistola estaba preparada para disparar. Pero Camacho Chacón había caído de nuevo. Sus primeros antecedentes datan de hace 40 años. “Es un hombre que cumple su condena y cuando sale vuelve a reincidir”, apunta el inspector-jefe Martín, buen conocedor del atracador.
Camacho Chacón ha cumplido condena también por dos asesinatos en otros dos atracos a bancos: un cajero y un policía. Al ser detenido de nuevo se jactó de que hubieran sido los GEO quienes le arrestaran.