CARTA DIRIGIDA AL MINISTERIO DE EXTERIORES
La ONG alemana Lifeline escribió al Gobierno español el pasado viernes pidiendo ayuda, ante la situación de su barco con cerca 230 inmigrantes que se encuentra en el Mediterráneo Central tras ser rechazado por Malta e Italia, explicó el fundador de esta organización, Axel Steier. El correo electrónico estaba dirigido al Ministerio de Exteriores, a la Unidad de Crisis y a uno de los asistentes de eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar y aún no han tenido respuesta, explicó Steier.
En este mensaje se explicaba la situación de cómo efectuó su rescate y que aún no se le ha asignado ningún puerto y que temía que se repitiese "una situación similar a la del Aquarius". "Agradecemos a España, como único Estado europeo que asume la responsabilidad en esta crisis humanitaria, sin embargo, el largo viaje que el Aquarius tuvo que hacer para llegar a Valencia (...) no puede considerarse una opción para el Lifeline al ser más pequeño", explicaban.
No obstante, pedían al Gobierno español, como "único con el que se puede contar en este momento", que otorgase visados humanitarios a los 234 náufragos a bordo de este barco "debido a la urgencia de la situación y el estado de necesidad bajo el cual las personas fueron llevadas a bordo".
"Además de eso, el Gobierno español podría negociar a nivel bilateral con Malta el desembarco de las personas de Lifeline para su posterior transporte a España en avión", instaban. Concluían su mensaje con la esperanza de que el Gobierno español "pueda ayudar a encontrar una solución humanitaria para esta situación urgente a fin de llevar a esas personas a un lugar seguro".
La situación en el barco de Lifeline empieza a ser preocupante ya que lleva más del triple de las personas de su capacidad y empieza a escasear la comida, aunque el pasado viernes recibió suministros por parte de las autoridades maltesas, explicó el fundador de la ONG, Axel Steier. Steier hizo un llamamiento a la opinión pública para que les ayuden y pidió que se acerquen a aguas internacionales para llevar a algún inmigrante y aligerar la situación del barco de Lifeline, a pesar de que saben que es una acción que puede ser considerada ilegal".
"Si los líderes europeos no encuentran una solución, tendrán que ser los ciudadanos los que protejan a estas personas", agrego en declaraciones. La situación en el barco por el momento es "de calma" aunque reitero su llamamiento a que "se asigne un puerto inmediatamente ya que estas 234 personas son víctimas de guerras, violaciones y torturas".
Borrell cree que el problema de los centros para migrantes "no es el dónde sino el cómo"
El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha señalado que la situación del barco 'MV Lifeline' no es tan urgente como la del 'Aquarius', "que era de vida o muerte", por eso la ayuda debe ser común, puesto que "no será el último barco que la necesite". Según ha informado, el Gobierno ha estado en contacto los últimos días con Francia, Italia y Malta para encontrar "una solución europea".
Por otra parte, ha comentado que hay que "estudiar todas las posibilidades" respecto a la propuesta de crear centros para migrantes, dentro o fuera de las fronteras de la UE, para tramitar las solicitudes de asilo, pero ha advertido de que "el problema no es el dónde sino el cómo". Aunque no es parte de la agenda del Consejo de Exteriores al que asiste el ministro en Luxemburgo, por lo que ha asegurado no estar al corriente de las negociaciones, sí se ha mostrado partidario de contemplar todas las propuestas.
"En algunos casos se tarda años en tramitar una solicitud de asilo y mientras tanto la gente se mueve, por lo que se plantea el problema de las fronteras exteriores", ha explicado Borrell, que considera que "no se puede no asumir que las fronteras exteriores son comunes y pretender luego que no haya fronteras interiores". Además del refuerzo de las fronteras exteriores, las prioridades en la gestión migratoria, para el ministro, debería ser la acogida, el tratamiento, la devolución cuando proceda y la cooperación internacional para atajar "las raíces del problema".
En este sentido, ha asegurado que lo importante es cómo abordar este proceso y no dónde. Italia es partidaria de localizar estos centros en países de tránsito, como Libia o Níger, mientras que otros apuestan por situarlos en los primeros estados de la UE a los que llegan los migrantes.